La reforma eléctrica, propuesta por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, podría ocasionar que el estado de Puebla pierda los proyectos de inversión programados para el resto del 2021 y 2022.
Asimismo, ocasionará el cierre de muchas empresas, debido a que la energía eléctrica aumentará su costo, y muchos establecimientos no podrán cubrir dicho monto.
Así lo dio a conocer Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien precisó que todos los sectores económicos del territorio poblano utilizan la luz para sus procesos productivos, pero muchos no están en condiciones para absorber un incremento.
Esta situación, obligará a los empresarios a cerrar las fábricas, por lo que esto también ocasionará la pérdida de muchas fuentes de empleo formales, afectando a las familias poblanas.
“Hay muchas empresas que su costo de operación más alto es la energía, y al incrementar el precio no podrán seguir operando, por lo que habrá muchos cierres y despidos. (…) A su vez, las inversiones importantes que están programadas no podrán llegar y se irán a otros países”, agregó.
SECTORES AUTOMOTRIZ, ALIMENTOS Y TEXTIL SON LOS MÁS AFECTADOS
Sobre el tema, Luis Espinosa Rueda, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), precisó que los sectores más afectados con dicha iniciativa podrían ser el automotriz, alimentos y textiles, pues utilizan un 100 por ciento de energía eléctrica para su producción.
“Todos los sectores se verán afectados, pero los que van a resentir más la reforma son el automotriz, alimentos y textil, pues el insumo principal en sus operaciones es la energía. (…) Creemos que es un problema fuerte, todos los sectores ocupamos energía y a todos nos saldrá más caro”, agregó.
De igual forma comentó que, eliminar órganos que regulan los precios del mercado, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), provocará que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) controle el mercado de acuerdo a sus propios intereses.
“Es una reforma muy mala, porque también se busca eliminar a los órganos reguladores, y esto nos hará regresar a la época de los monopolios, donde solo algunos controlan el mercado”, precisó.
SE PREVÉ QUE LA GASOLINA TAMBIÉN INCREMENTE CON LA REFORMA
La reforma eléctrica también ocasionará ajustes en el precio de la gasolina en el territorio poblano, pues en caso de ser aprobada, el combustible incrementará su costo hasta en un 10 por ciento.
El presidente de la Organización de Expendedores de Petróleo (Onexpo), Rafael Zorrilla Alanís, adelantó que los empresarios del sector no podrán tener la libertad de generar su propia energía eléctrica que les ayuda a reducir los costos de producción.
“Será muy difícil meter paneles y no podremos invertir en la generación de energías limpias, por lo que nuestros costos de operación van a incrementar. (…) Al final, esto hará que la gasolina sea más cara en Puebla”, agregó.
Esta situación colocará al territorio poblano, como una de las entidades con el combustible más caro a nivel nacional, tomando en cuenta que actualmente el precio va de los 21 a los 22 pesos el litro.
CAMBIOS PRINCIPALES DE LA REFORMA ELÉCTRICA
Uno de los cambios que se esperan con la reforma eléctrica, es que se cancelen los permisos otorgados a privados y cierre el mercado de comercialización, por lo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sería de nuevo el único suministrador en el país.
También desaparecerán la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), para devolver la regulación sectorial a la Secretaría de Energía (Sener).
Por otra parte, elimina los Certificados de Energía Limpia (CEL), que es un mecanismo que se instituyó con la reforma del 2013-2014 para incentivar a los grandes productores y suministradores de energía a un uso creciente de fuentes de energía limpia.
Revierte la separación horizontal y vertical de la CFE, instituida para otorgar mayor transparencia sobre los ingresos de las empresas y promover la competencia en generación. Finalmente, establece la explotación del litio como una actividad exclusiva del territorio mexicano.