La familia Alonso Navarro, originaria de la comunidad de Santa María Moyotzingo, en San Martín Texmelucan, es un claro ejemplo de la importancia que tienen las remesas entre la población, pues gracias a ellas han creado un patrimonio y mejorado su calidad de vida.
En entrevista con El Sol de Puebla, Claudia Navarro Corona recordó que en el 2005 su hogar atravesaba por muchas carencias económicas, por lo que en ocasiones les era imposible cubrir sus gastos de alimentación, vestido y salud.
Sin embargo, para este 2023 su historia es diferente, gracias a que su esposo, Rigoberto Alonso Flores, tomó la decisión de migrar a Estados Unidos desde hace 18 años, con el único fin de sacar adelante a su familia, que también está conformada por sus dos hijos, Erika y Miguel Antonio, que hoy tienen 20 y 21 años de edad, respectivamente.
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Con remesas cubren sus necesidades y pagan educación
La madre de familia relató que en todo este tiempo, el dinero que le manda su pareja lo ha utilizado primordialmente para cubrir sus necesidades básicas, aunque también lo ha usado para la educación de los más pequeños del hogar, y para crear un patrimonio.
El esfuerzo del padre hoy se ve reflejado en sus hijos, ya que ambos se encuentran cursando la universidad, pues Erika estudia Administración de Empresas y, Miguel, Relaciones Internacionales.
La familia ha construido además una casa de dos niveles, cuando anteriormente solo tenía un pequeño cuarto en obra negra, que elaboraron con mucho esfuerzo en un terreno que les fue heredado.
“Es muy difícil que la pareja se vaya por tanto tiempo, pero al no tener otra solución solo nos quedó afrontar la situación, principalmente porque teníamos que sacar adelante a esta familia (…) Aquí mi esposo era albañil, pintor, electricista y plomero, pero la paga no era mucho y teníamos muchas carencias; fue por eso que tomó la decisión de irse a Estados Unidos, donde ahorita es cocinero (…) La verdad es que a raíz de eso nuestra situación mejoró mucho. Me siento muy orgullosa de mi esposo y lo felicito porque ha logrado lo que se dispuso, que fue sacar adelante a esta familia”, resaltó.
Piensan en invertir las remesas
Claudia está consciente de que en algún momento su esposo Rigoberto tendrá que regresar a casa, pues los años pasan y la salud se va deteriorando. Es por ello que ya están viendo la manera de realizar algún tipo de inversión para asegurar su futuro, pero, sobre todo, seguir manteniendo una vida estable.
Al respecto, comentó que recientemente compraron un terreno en Santa María Moyotzingo, donde tienen la intención de construir departamentos y ponerlos en renta.
“De nada serviría que se vaya y no hiciéramos nada para pensar en nuestro futuro. Siempre es bueno invertir en algo porque nos dará rendimientos económicos cuando mi esposo se regrese, ya que, si no lo hacemos, después de qué vamos a vivir”, concluyó.
Por su parte, los hijos, Erika y Miguel Antonio, coincidieron en que no ha sido fácil alejarse de su padre por varios años, puesto que hay momentos donde más lo extrañan, como lo es en Navidad, Año Nuevo y en sus respectivos cumpleaños.
Sin embargo, reconocieron que todo sacrificio tiene una recompensa, pues saben que, si su papá no se hubiera ido, continuarían con un nivel económico y de vida más bajo.
“Gracias papá, porque con tu esfuerzo hemos logrado muchas cosas, eres un hombre ejemplar, y siempre estaremos agradecidos contigo (…) Nos has enseñado que con esfuerzo, disciplina, constancia y sacrificio se pueden lograr grandes cosas. Gracias por esa sed de superarte, y esperamos tu regreso”, fueron sus palabras.