Ante los 37 años que le tomaría a Puebla pagar tan solo la deuda directa, empresarios poblanos tienen opiniones encontradas acerca de que el estado poblano deba seguir pidiendo empréstitos que se sumen a los pasivos estatales. Sin embargo, coincidieron en que, en el tema, debe predominar la transparencia y el gasto basado en resultados, sin más obras faraónicas o contratos que sigan comprometiendo las finanzas locales.
Fernando Treviño, de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y César Bonilla, del Consejo Nacional de Organismos Empresariales (COE), coincidieron en que no ven problema en que el actual gobierno pueda seguir pidiendo créditos, siempre que haya una ventaja a largo plazo y no sea para gasto corriente, sino para proyectos de largo aliento.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), Rafael Herrera Vélez, opinó que el estado ya no debe adquirir más pasivos, sobre todo por la situación actual y porque se prevé que el gobierno estatal tendrá menos ingresos tanto propios como federales, por el tema de austeridad y de desaceleración económica.
En lo que se refiere a Treviño, comentó que, en primera instancia, la deuda debe transparentarse ante los poblanos para que no ocurra lo que, en el sexenio de Rafael Moreno Valle, cuando se afirmó que los PPS no eran deuda, aunque sí se trata de compromisos fiscales.
También opinó que, en caso de que la actual autoridad decidiera pedir más empréstitos, se justificarían en caso de beneficios a mediano y largo plazo, pues comentó que la deuda no es negativa, sino un mecanismo para dar solvencia, siempre que se pueda liquidar y que sea redituable.
César Bonilla coincidió en que es posible conseguir nuevos empréstitos, pero dijo que se debe cuidar que no se afecte el presupuesto para el crecimiento. Revisar las concesiones y las ventajas o desventajas de las mismas fue una sugerencia de este empresario para identificar de qué rubros se pueden reducir egresos estatales, así como optimizar el gasto de cada peso.
“Moreno Valle se burló de nosotros cuando decía que hacía proyectos sin pedir un solo peso prestado”, se quejó el empresario, quien acusó que el endeudamiento de los últimos 10 años en Puebla fue político y para obras faraónicas.
En cuanto al presidente de Canaco, advirtió que adquirir más deuda pública podría significar comprometer las finanzas, dado que, por la baja actividad económica, poca construcción de viviendas y poca creación de empleos, el estado puede recibir menos recursos por Impuesto Sobre la Nómina (ISN) y menos ingresos por solicitudes ante el Registro Público de la Propiedad. Incluso, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido a sus funcionarios mantener la austeridad para el presupuesto de 2020, lo que puede significar reducción de recursos federales para Puebla.
Cuestionado sobre el particular, el presidente del Colegio de Contadores Públicos del Estado de Puebla (CCPEP), Salvador Méndez, se limitó a decir que la deuda de las entidades debe ser transparentada totalmente, independientemente del monto.