La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta fundamental en diversos campos gracias a su capacidad para procesar grandes cantidades de datos y aprender de ellos. En el sector de la salud, se utiliza para analizar imágenes médicas, diagnosticar enfermedades y desarrollar planes de tratamiento personalizados.
Esto no solo mejora la precisión y la eficiencia en el diagnóstico, sino que también permite a los médicos tomar decisiones más informadas y brindar una atención más efectiva a sus pacientes. En el ámbito empresarial, se emplea para optimizar procesos y mejorar la toma de decisiones. Los algoritmos pueden analizar grandes volúmenes de datos.
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Esto es particularmente útil en áreas como el marketing. Además, sirve para la automatización de tareas rutinarias y repetitivas, lo que permite ahorrar tiempo y recursos, aumentando así su eficiencia operativa. Esto ha generado un impacto significativo en la educación y la investigación. Tanto para los docentes como para los alumnos.
Crean el primer reglamento
Hace poco en el Diario Oficial de la Unión Europea (UE) se publicó el Reglamento de Inteligencia Artificial (RIA), el primer conjunto de leyes que se encarga de regular este tipo de tecnología. Se aprobó el pasado mes de marzo en Bruselas.
Las autoridades mencionaron que entrará en vigor el próximo primero de agosto, aunque existen varios plazos que tendrán que ser aplicados en otros periodos. Es importante señalar que solo funciona para las naciones que forman parte de la UE.
Son varias reglas que se incluyeron, pero muchas de ellas tienen el objetivo de supervisar su comportamiento en ciertos contextos, por ejemplo, cuando se usan datos biométricos o información personal.
También se establecieron algunas prohibiciones, lo que abarca el uso indebido de varias herramientas, ya que no pueden ocupar a la IA para causar daños a un determinado sector de la población.
En este sentido, tampoco será posible crear sistemas de este tipo que puedan utilizarse con fines ilícitos. Por lo que es necesario que los desarrolladores consulten esta información para prevenir cualquier inconveniente.
Será en enero del 2025 cuando sean bloqueados los sistemas que no cumplan con las características establecidas. Mientras que en primavera de ese mismo año, las asociaciones, empresas y otros miembros de ese sector tendrán que acatar los códigos de conducta.
Asimismo, otra de las fases importantes de este conjunto de normas se aplicará hasta el mes de agosto del 2025, cuando herramientas como ChatGPT, tengan que adecuarse a normas más estrictas, pues será necesario que el contenido generado pueda ser identificado como creado por alguna IA.
¿Quién regula a la Inteligencia Artificial en el mundo?
Actualmente, no existe un organismo global único que supervise todas las actividades relacionadas con la IA. En su lugar, diferentes países y regiones están desarrollando sus propias normativas y políticas para abordar este tema.
En la Unión Europea, la Comisión Europea ha tomado la delantera en la creación de un marco regulatorio para la IA. En abril de 2021, presentó una propuesta de regulación que clasifica las aplicaciones de IA en función de su riesgo, desde "riesgo inaceptable" hasta "riesgo limitado".
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Este organismo ha dado un nuevo paso al compartir el reglamento con el van a regular este sistema, así como las fases en las que van aplicarlo. Algunas organizaciones como la UNESCO, adoptó en 2021 una Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, que establece normas y valores para guiar el desarrollo y el uso.
