La Inteligencia Artificial (AI) se ha vuelto una herramienta esencial en el mundo empresarial al transformar la manera en que las empresas operan, toman decisiones y se relacionan con sus clientes. Pero el desafío no es acceder a esta tecnología, sino saber utilizarla de manera efectiva.
Especialistas de la UPAEP afirman que, aunque la IA puede automatizar tareas, la experiencia y el juicio humano siguen siendo fundamentales para dirigir estos procesos de manera eficaz.
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De acuerdo con José Antonio Fernández Pérez, profesor de la licenciatura de Inteligencia de Negocios de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), si bien la inteligencia Artificial es un instrumento clave para las empresas al automatizar las tareas, es imprescindible hablar de cómo se maneja la información, cómo se usa la Inteligencia Artificial, y principalmente, qué hacer con toda la información que se presenta.
“Las empresas ahora tienen herramientas mucho más poderosas, y el desafío radica en generar conocimiento y no quedar obsoletos frente a esta avalancha de información”, advirtió el profesor durante un seminario que se realiza esta semana en dicha institución con el propósito de profundizar en temas claves como el análisis de datos, la ciberseguridad y la gestión de la información en el contexto actual.
El catedrático Fernández Pérez, también destacó el papel de la persona detrás de un equipo.
"La computadora o la máquina más avanzada es inútil si la persona que la usa no sabe qué hacer con ella. La inteligencia artificial no es más que una herramienta que aprende de lo que nosotros le alimentamos", agregó.
La experiencia y el juicio humano dirigen procesos
El consultor de inteligencia de negocios, Saúl Zamora, dijo que a pesar de que la IA juega un papel crucial en la automatización de tareas y procesos dentro de las empresas, el desafío está en cómo usamos esa información para mejorar la toma de decisiones, porque es cierto que la IA procesa la información a una velocidad sin precedentes, pero la experiencia y el juicio humano siguen siendo fundamentales para dirigir estos procesos de manera eficaz.
En el pasado, refirió Zamora, las decisiones empresariales se basaban en la experiencia directa y el análisis de datos manual, lo que a menudo resultaba en procesos lentos y costosos. Sin embargo, con el avance de la inteligencia artificial, las empresas ahora pueden realizar análisis predictivos basados en grandes volúmenes de datos en tiempo real. Esto no sólo acelera la toma de decisiones, sino que permite una mayor precisión.
"La IA no sustituirá el conocimiento humano, sino que lo complementará al permitir que los líderes empresariales tomen decisiones más informadas", afirmó.
Asimismo, realizó un planteamiento acerca de cómo la IA puede fallar si no se alimenta correctamente con la información adecuada. Puso como ejemplo la dificultad de predecir con precisión el comportamiento de los mercados financieros sólo con datos históricos.
"Si preguntamos a una inteligencia artificial cómo estará la bolsa mañana, probablemente responderá basándose en datos pasados, pero no considerará factores como guerras, inflación o eventos imprevistos. Por eso, el papel del ser humano sigue siendo crucial para interpretar y contextualizar la información", explicó.
Zamora afirmó que la inteligencia de negocios y la inteligencia artificial están revolucionando la forma en que las empresas operan y toman decisiones. Los datos ya no son solo una fuente de información; son una herramienta para predecir, analizar y actuar con mayor certeza en un mundo cada vez más dinámico.
Inteligencia de negocios e inteligencia artificial, un complemento
Andrea Guevara Chávez, abordó la relevancia de la inteligencia artificial (IA) como una herramienta potente que, en lugar de suplantar al ser humano, actúa como un aliado para potenciar su capacidad de análisis.
“Si bien hay temor de que la IA reemplace al humano, no es posible. Nosotros seguimos siendo quienes interpretamos los datos, quienes tenemos la experiencia y el conocimiento para saber qué es lo que realmente necesitamos obtener de esa información”, aseveró.
Guevara compartió su experiencia dentro del Grupo Modelo en un proyecto en el que su formación en inteligencia de negocios fue esencial.
“Mi conocimiento de los datos, de dónde vienen, cómo interpretarlos y cuáles son las variables importantes, fue determinante para que la herramienta de IA pudiera funcionar de manera efectiva”, explicó.
El proyecto consistió en utilizar IA para automatizar y optimizar procesos internos, logrando una mayor rapidez en la obtención de resultados. Sin embargo, hizo énfasis en un aspecto crucial: aunque la IA acelera los procesos, es la intervención humana la que guía y determina qué es lo que la tecnología debe hacer.
“La IA no tiene el conocimiento que yo tengo del día a día de la empresa. No sabe las dudas que surgen ni las decisiones que necesitamos tomar. Somos nosotros quienes le indicamos qué hacer con los datos y qué resultados buscamos. Hoy en día, tenemos datos en todos lados: en las empresas, en nuestros celulares, en todas las plataformas digitales. Pero esos datos no sirven de nada si no sabemos cómo usarlos o para qué los queremos”, subrayó.
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Guevara Sánchez puntualizó al decir que la inteligencia artificial y la inteligencia de negocios no son rivales, sino complemento.
“La IA puede procesar datos más rápido que cualquier humano, pero la inteligencia de negocios es la que le da sentido a esos datos. Juntos, podemos alcanzar niveles de eficiencia y precisión que antes eran impensables”.