Las tarjetas de crédito (TDC) son herramientas financieras que permiten a los usuarios realizar compras y acceder a servicios sin necesidad de tener el dinero en efectivo en el momento de la transacción. Son emitidas por bancos y otras instituciones financieras y funcionan mediante una línea de que se otorga al titular.
Este límite, que es la cantidad que se puede utilizar, debe ser reembolsada en el futuro, ya sea en su totalidad al final de cada mes o en depósitos parciales, los cuales generalmente incurren en intereses en caso de que no se realicen en las fechas establecidas. La facilidad de pago diferido es uno de los principales atractivos de estos plásticos.
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Se considera que igual pueden ser medios seguros, pues no es necesario llevar grandes sumas de efectivo, lo cual reduce el riesgo de robo o pérdida. Además, muchas tarjetas de crédito ofrecen protecciones adicionales; en estos casos, los especialistas señalaron que se deben elegir las opciones que ofrezcan diferentes beneficios.
¿Cuáles son los beneficios de las TDC?
La Comisión de la Defensa Nacional de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) resaltó que las TDC pueden traer grandes beneficios, que van desde protección en las compras hasta la inclusión de beneficios extras como seguros o ganancias.
Las autoridades comentaron que lo más importante son los seguros, pues muchas de estas tarjetas cuentan con planes que cubren diferentes circunstancias. Por lo que antes de solicitar una se debe preguntar por estas alternativas, algunas son:
- Condonación de saldos deudores.
- Seguro por Accidentes en Viajes.
- Protección contra robo, extravío y clonación.
- Seguro de pérdida de equipaje.
- Protección contra robo y asalto a cajero.
- Seguro de automóviles en renta.
- Seguro de emergencia en viajes al extranjero.
Otra ventaja son los puntos de recompensa, que según este organismo “pueden canjearse por viajes, tarjetas de regalo, descuentos en tiendas, reembolsos en efectivo, entre otros beneficios”.
Asimismo, existe otro beneficio que se llama ‘cashback’, que es una forma de llamar al dinero en efectivo que generas al hacer compras, el cual puedes transferir a tu cuenta bancaria y retirarlo en el cajero automático.
De forma general, lo que también ofrecen son flexibilidades de pago, es decir, que las compras se puedan dividir a meses sin interés. Además, usarlas puede ayudar a tener un buen historial para futuros préstamos.
