Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), dijo que el aumento al precio de la tortilla, alimento básico en la dieta de los mexicanos se presenta en un contexto en donde los pequeños comercios aún no se recuperan de los efectos negativos de la pandemia de Covid-19.
Estimó que el alza de este producto afectará en su mayoría a los negocios más populares como taquerías, fondas, venta de comida típica, eloteros y pequeños restaurantes, quienes aún se enfrentan a los estragos que dejó las restricciones sanitarias, ya que sus ventas no se han podido recuperar al 100 por ciento, ahora, se enfrentan al incremento de este alimento.
En el caso específico de las taquerías, dijo que una orden de tacos con agua puede costar más de 100 pesos y es que con el aumento al precio de la tortilla que en algunas zonas de la entidad poblana llegó a los 18 pesos, también se incrementó el precio de los insumos con los que se elaboran los tacos.
Indicó que en ese contexto algunos pequeños comerciantes aguantarán el precio de sus alimentos, ya que corren el riesgo de que, si lo suben, ya no les compren.
El presidente de la Anpec sostuvo que la venta de cárnicos como lo es el puerco y la res, también se encarecerá, pues alimentar al ganado costará más esfuerzo, ya que, junto con los granos de maíz, el trigo y la soya también van al alza.
“Es un efecto dominó el aumento del precio del maíz, de alguna manera va a golpear a todo el segmento ganadero, desde las carnes hasta los lácteos”, comentó.
Por su parte, Ismael Ávila Briteño, presidente general de la Cámara Industrial de la Masa y la Tortilla en los estados de Puebla, Tlaxcala y Veracruz, comentó que afectará en el crecimiento de producción de este alimento, pues en lugar de vender 100 kilos de tortilla, venderá 90 kilos o menos, debido a que los consumidores tienen destinado un presupuesto para la compra de este alimento y éste no cambia.
Explicó que el incremento del precio y la poca cantidad de tortillas que recibe por ello, afectará principalmente a las personas que se dedican al sector obrero, pues son quienes ganan menos y más consumen este alimento mexicano.
Además, agregó que, quienes se dedican a la comercialización de tortillas trabajaron con menos producción, pero costos iguales o más elevados: “Si nosotros tenemos que detener nuestras máquinas, significa que ésta pierde calor y cuando reiniciemos operaciones, gastaremos más gas, para volver a calentar y esos son litros desperdiciados”.
Añadió que el aumento al precio de la tortilla ya veía venir pues recordó que el encarecimiento del alimento se debe a que la materia prima para su elaboración se ha elevado hasta en un 20 por ciento, motivo por el que los industriales se han visto en la necesidad de hacer ajustes al producto final.