En el estado de Puebla 6 de cada 10 personas trabajan en la informalidad laboral, lo que les impide tener seguridad social, crédito para vivienda, y ahorro para su jubilación.
Así lo dio a conocer la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), la cual precisó que las actividades informales más demandadas son la venta de ropa, calzado y comida preparada.
Según Cuauhtémoc Rivera, presidente de la organización, esta alta cifra de informalidad se debe principalmente a la pandemia que dejó a muchos poblanos sin una fuente de ingreso formal, los cuales tuvieron que buscar alternativas poco viables para generar dinero.
“En la actual coyuntura económica, lamentablemente la informalidad es la que señala el rumbo de nuestra economía, es la parte predominante, convirtiendo a la economía formal en una actividad complementaria”, expuso.
Sin embargo, añadió que pese a esta situación, las autoridades federales, estatales y municipales, así como los empresarios, no han querido emprender acciones para impulsar la formalidad, o si lo han hecho, han sido insuficientes.
De igual forma expuso que algunos de los problemas a los que se enfrentan los trabajadores informales, aparte de la falta de prestaciones, es que deben pagar cuotas o derecho de piso a las organizaciones para poder trabajar.
La cuota mínima diaria que les cobran puede ser entre 50 pesos y 200 pesos por un punto ambulante; de 500 pesos a mil pesos por el semifijo, y más de 3 mil pesos por un punto de venta fijo.
Esta situación afecta aún más sus ingresos, por lo que en muchas ocasiones no tienen para poder comprar la canasta básica de alimentos, agudizando el problema de pobreza.