De las 2 millones 873 mil 078 personas que están ocupadas actualmente en el estado de Puebla, 252 mil 152 tienen un trabajo no remunerado, es decir, no reciben ningún ingreso económico por las actividades que realizan. Esta situación afecta más a las mujeres, pues 169 mil 238 viven bajo esta condición, mientras que 82 mil 914 son hombres.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los poblanos que no reciben ingresos por trabajar, son aquellos que desarrollan tareas domésticas, apoyos altruistas, voluntariados, así como cuidado de personas con capacidades diferentes, de la tercera edad o con enfermedades.

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Tan solo en lo que va del año, el número de personas que se dedican a estas actividades en Puebla incrementó en un 5.3 por ciento, pues a finales del 2020 había 239 mil 295, y actualmente son 252 mil 152.

Un estudio del Inegi denominado “Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado”, muestra que el año pasado el valor económico de las actividades antes mencionadas, reportaron un monto equivalente a 6.4 billones de pesos, lo que representa el 27.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el país.

De la cifra anterior, las mujeres contribuyeron con un 73.3 por ciento, mientras que los hombres lo hicieron con 26.7 por ciento, es decir, las personas de sexo femenino aportaron 2.7 veces más valor económico.

¿Qué trabajo no remunerado presenta mayor contribución económica?

Las actividades que presentan la mayor contribución al valor económico del trabajo no remunerado de los hogares, son:

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Cuidados y apoyos con 27.9 por ciento,

Preparar alimentos con 21.8 por ciento,

Limpieza y mantenimiento de la vivienda con 20.7 por ciento y

Trabajo voluntario con 10.2 por ciento.

También, se detalló que cada mujer realizó trabajo en esta condiciones en labores domésticas y de cuidados, equivalentes a 69 mil 128 pesos anuales, mientras que cada hombre realizó actividades que sumarían 27 mil 175 pesos.

¿Cuánto ganaría una mujer casada si cobrará por realizar labores del hogar?

Este valor cambia cuando se consideran las condiciones sociales de las personas que realizan el trabajo; si la mujer está casada o vive en unión libre su aportación asciende a 86 mil 995 pesos; mientras que quienes están solteras realizaron un valor similar a 40 mil 007 pesos.

En cuanto al lugar de residencia, las mujeres que viven en hogares rurales generaron valor económico promedio de 77 mil 169 pesos; mientras que las que habitan en hogares con presencia de menores de seis años aportaron en promedio 90 mil 304 pesos, principalmente por sus actividades de cuidados y apoyo.

TRABAJO NO REMUNERADO, CONSECUENCIA DE UNA SITUACIÓN SOCIAL

Anselmo Chávez Capó, investigador de Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), dio a conocer que el trabajo no remunerado se divide en dos partes, la que se realiza de forma voluntaria, y la que se adquiere como consecuencia de una situación social.

Sobre el segundo punto, el catedrático explicó que en ese rubro se encuentran las personas que por cultura o tradición, se quedan en casa para realizar las tareas domésticas.

“Aquí se encuentran las mujeres y hombres que por cultura o tradición histórica se enfocan al trabajo doméstico o al cuidado de los niños y adultos mayores. (…) Estas personas trabajan mínimo 6 horas al día, pues lavan, planchan y cocinan sin recibir un salario. (…) Muchas de ellas a lo mejor no quieran hacerlo o vivir en esta condición, pero deben asumir la responsabilidad por el factor social”, detalló.

Algunas de las consecuencias que se reflejan en este sector de la población, se encuentra una afectación social, física y económica, pues no tienen tiempo para un momento de distracción, no cuentan con dinero propio y se desgastan.

Un ejemplo claro, es el de Abigail Pérez Hernández, quien es madre de una niña de 3 años de edad y vive en la localidad de Zacatepec, perteneciente al municipio de Juan C. Bonilla.

En entrevista con El Sol de Puebla, comentó que solo estudió hasta la secundaria, y desde entonces se ha dedicado a la tarea del hogar, así como al cuidado de su hija, pues refirió que es un papel que juegan las mujeres en su familia de manera histórica.

“Yo nunca he trabajado de manera formal o a cambio de un pago, pues desde que dejé de estudiar me enfoqué a la casa, por lo que soy la única que lava, plancha y cocina. No es algo que vea mal, porque es el papel que jugamos nosotras como mujeres en la familia de años atrás”, expuso.

También dio a conocer que, los únicos que trabajan formalmente son su esposo y hermano, quienes llevan el recurso económico a su domicilio para satisfacer sus necesidades.

TRABAJAR SIN SUELDO, TAMBIÉN ES POR VOLUNTAD PROPIA

Armando Valerdi Rojas, ex presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), explicó que la otra parte del trabajo no remunerado, consiste en realizar actividades por voluntad propia, mismas que principalmente se enfocan al altruismo.

“Nos encontramos con otra perspectiva en el trabajo no remunerado, la cual se enfoca en realizar tareas o actividades de forma gratuita por voluntad propia. Aquí, las personas deciden hacerlo por una satisfacción personal, más que por una satisfacción económica”, informó.

En este sector de la población, se encuentra Martha Adriana Gariel Zepeda, quien es fundadora del Grupo de Apoyo a Mujeres Oncológicas (Gamo), y se enfoca al cuidado, prevención y tratamiento de aquellas personas que sufren de cáncer de mama, tiroides y cervicouterino.

En entrevista, detalló que ella fue víctima de la enfermedad en el año de 1990, por lo que buscó el apoyo y orientación de alguna fundación en aquel tiempo; sin embargo, se dio cuenta que no existían.

Desde entonces, se dio a la tarea de iniciar su propio proyecto para atender a las personas que se encuentran en la misma situación de manera gratuita, por lo que no recibe ingresos por hacerlo.

En la fundación nadie me paga: Adriana Gariel Zepeda

“A mí como directora de la fundación nadie me paga y las compañeras tampoco aportan nada para atenderlas. Así trabajamos, porque somos los locos que queremos reparar el mundo. (…) El dinero no lo es todo, porque a mí me motiva ayudar a las mujeres que tienen cáncer y evitar que sufran lo que yo sufrí. Yo lo voy a seguir haciendo aunque no me paguen, porque lucho para cuidar a las mujeres”, comentó.

Otra persona que también realiza actividades altruistas sin nada a cambio, es Alma Adriana Sánchez, dueña y fundadora del refugio Huellitas con Alma, quien se dedica al rescate y cuidado de perros.

Ella dio a conocer, que uno de sus objetivos en la vida es reducir el número de casos de maltrato en animales, evitar el sufrimiento en ellos y darles un hogar donde puedan estar bien, por lo que lleva haciéndolo sin recibir dinero desde hace más de 15 años.

“Nosotros actualmente tenemos en el refugio a 80 perros, a quienes rescatamos, les damos de comer, atendemos sus enfermedades y los damos en adopción con familias responsables. (…) Por hacer eso no recibo un solo peso, porque puede más la satisfacción de saber que no habrá más animales en las calles sufriendo. Nunca he decidido dejar esto por dinero, porque amo a los perros y me llena de emoción ayudarlos. (…) Todo lo que hago vale más que el dinero, porque estoy poniendo un granito de arroz para que este mundo sea mejor”, concluyó.