El crecimiento en la demanda que han tenido los automóviles chinos ha afectado la productividad del sector manufacturero en el estado de Puebla, específicamente el automotriz, informó la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
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Carlos Sosa Spínola, presidente del organismo, informó en rueda de prensa que esta situación ha provocado que las unidades y autopartes que se producen a nivel local para su exportación, sean menos requeridas, pues su producto está siendo desplazado por este país asiático.
“Cada vez hay más marcas chinas que no se producen aquí. Esto afecta al mercado local, pues lo que se produce en Puebla se está demandando menos porque ahora el 25 por ciento de los autos que circulan son chinos y todo se desarrolla allá (…) Desafortunadamente el 2023 no fue un buen año para la manufactura y puedo decir que ha sido el resultado más pobre de los últimos años”, indicó.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la entidad terminó el 2023 con una caída en su actividad industrial del -14.1 por ciento respecto al 2022, lo que significa que las empresas bajaron su productividad, pues pasaron de un índice del 95.3 al 81.2.
A través de su Indicador Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa (IMAIEF), desglosó que de todos los sectores que se desarrollan actualmente, las industrias manufactureras, donde está la automotriz, fueron las que más disminuyeron su actividad productiva, con un -21.5 por ciento.
Esta caída, hizo que la entidad poblana se colocara en la tercera posición como uno de los lugares con la actividad industrial más baja del país, pues solo superó a Baja California Sur y Guerrero.
De manera histórica, hubo sectores que no disminuyeron tanto su productividad respecto a la manufactura, como es el caso de la minería; mientras que otros crecieron, entre los que destacan la construcción, así como la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural por ductos.
10.2% de autos que se compraron en Puebla fueron chinos
De acuerdo con información de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en el 2023 se compraron un total de 22 mil 494 automóviles nuevos en el territorio poblano.
A través de su reporte de compradores, informó que el 10.2 por ciento fueron chinos, pues se adquirieron 2 mil 300, lo que colocó a este país en el tercer lugar como uno de los lugares asiáticos que tienen mayor preferencia en la entidad.
Su marca Chirey fue la que tuvo mayor demanda en todo el 2023, pese a que comenzó a venderse en septiembre del mismo año. Se comercializaron mil 090 unidades.
Le siguió JAC con una venta de 829 automóviles y camionetas, seguido por Motornation, con 381. Esta última ofrece modelos poco conocidos como BAIC, Changan, JMC y DFSK.
Japón sigue siendo el país asiático con mejor aceptación en el mercado local, pues vendió 15 mil 891 de sus unidades, lo que representó una aportación del 70.6 por ciento del total de autos comprados. Entre sus unidades de mayor demanda, se encuentran Toyota, Mazda, Susuki, Honda, Mitsubishi, Subaru, Infiniti, Acura y Lexus.
El segundo lugar lo ocupó Corea del Sur, pues durante el año pasado logró vender un total de 4 mil 333 automóviles nuevos, es decir, el 19.2 por ciento del total. Sus dos únicas marcas que compitieron en el mercado automotor poblano fueron KIA y Hyundai, las cuales comercializaron 2 mil 948 unidades y mil 385, respectivamente.
Su popularidad se debe a los bajos costos
De acuerdo con Roberto Rafael Flores Quintero, doctor en Ciencias con Especialidad en Electrónica por el Instituto Nacional de Astrofísica y Óptica (INAOE), la proliferación a nivel local de las agencias y concesionarias de vehículos chinos se debe principalmente a sus bajos costos.
En entrevista con esta casa editorial, que se llevó a cabo el pasado 11 de marzo, abonó que el éxito de estas marcas en el mercado poblano también se debe a la estética de los coches que producen, así como a los atractivos planes de financiamiento.
Esto genera una motivación de compra entre los consumidores, pues se adaptan a sus respectivos contextos económicos y les permite hacerse de un automóvil propio sin tanta inversión.
“Los vehículos usados incrementaron sus costos y, por ende, la economía de las personas no permitía ni comprar autos nuevos ni usados (...) Es ahí donde se comenzaron a comercializar de manera fuerte estos vehículos de procedencia china en México”, recalcó.
No obstante, aseguró que esto lo pagan los consumidores con unidades que tienen una calidad baja y que pone en riesgo su seguridad, así como con la dificultad para encontrar refacciones confiables.
Para lograr que sus precios sean tan atractivos y competitivos, las armadoras de origen Chino, sacrifican la calidad de sus componentes y economizan hasta el mínimo circuito, remarca el especialista.
“Sería atrevido decir que los autos chinos son malos, más bien, hablemos de probabilidades. Con estos autos es más probable que el vehículo tenga una calidad inferior, que un vehículo de una marca que es más conocida y cara; obviamente estás pagando el diseño, la calidad y los materiales”, concluyó.