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Con la presencia de actuarios de los Tribunales Laborales Federales, este martes 6 de agosto, la empresa Volkswagen de México, con sede en Puebla, reinstaló a cinco de los ocho trabajadores que había despedido injustificadamente a finales de 2023 y principios de 2024. Los otros tres, serán reincorporados el próximo jueves.
Previo a su ingreso, a las 6 de la mañana, los técnicos relataron brevemente a El Sol de Puebla, que esto se logró luego de ganar un juicio internacional bajo el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR), en el que los gobiernos de Estados Unidos y México concluyeron que sus derechos laborales fueron violados solo por participar en movimientos sindicales.
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Para ellos, esto fue un momento histórico, pues después de ocho meses de lucha, donde tuvieron desgastes económicos, emocionales, psicológicos, familiares y personales, la justicia prevaleció por encima de los intereses de los altos mandos.
Salvador Anzures, confía en que este tipo de movimientos colectivos hagan que se terminen los atropellos y violaciones laborales dentro de la compañía, como ha sucedido en años anteriores.
“Se trata de un choque de emociones, pues atravesamos por muchas cosas en todo este tiempo. Solo espero que terminen las injusticias, pues nosotros somos el claro ejemplo de que cuando hay algo turbio detrás, siempre va a prevalecer la verdad”, indicó.
Por su parte, Enrique Tepox aclaró que su lucha y triunfo será un parteaguas en el tema laboral de la entidad poblana, pues muchas personas se darán cuenta de que existen canales internacionales que pueden velar por sus derechos.
“Me siento contento porque esto es un triunfo de todos los trabajadores y de nosotros como despedidos. Esto abre un camino para que en Puebla no vuelva a suceder algo como lo que hizo Volkswagen de México con nosotros”, agregó.
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Mientras tanto, Gustavo Ramírez, aclaró que toda su lucha no fue en contra de la empresa, sino solo para defender sus derechos de representatividad y por la libertad de tener un sindicato.
“Peleamos para poder ejercer nuestros derechos sin miedo a represalias posteriores. Queremos dejar este referente histórico para el futuro, como el primer grupo de personas que logra su reinstalación”, expuso.
Beatriz Baltazar expresó su nerviosismo por el trato que podrían recibir al ingresar a las instalaciones, sin embargo, confía en que la empresa no los discrimine, amenace o acose.
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“Hay muchos nervios porque no sabemos cómo nos irá allá adentro, pero solo queda esperar a que no se vuelva a repetir nada de lo que fuimos víctimas (…) Confiamos en que la empresa cumplirá todos los compromisos acordados con ambos gobiernos”, concluyó.
