La puesta en escena “El Padre” cautivó este miércoles acasi tres mil poblanos durante su debut aquí, en el auditorio delCCU de la BUAP.
Con Ignacio López Tarso como el líder del cuadro actoral,integrado por Erika Buenfil, Lisardo, Sergio Basáñez, AdrianaNieto y Lucero Lander, el montaje emocionó a los asistentes alnarrar la historia de un viejo terco y testarudo, que poco a pocova perdiendo la memoria.
La obra de Florian Zeller y dirigida en su adaptación enMéxico por Salvador Garcini es narrada desde el punto de vista delviejo y despistado Andrés (Tarso), quien piensa que su hijaAna (Buenfil) lo trata como bebé al considerar que necesita dealguien que cuide de él.
La atmósfera se desenvuelve en el apartamento de Andrés, elcual se va vaciando como una alegoría de la falta de sumemoria.
[caption id="attachment_784520" align="aligncenter" width="600"]Foto: Julio César Martínez[/caption]
La incertidumbre del lugar y tiempo que vive nuestroprotagonista es contagiada al público, que paulatinamente entiendeel punto crítico y de angustia de Andrés. Sin embargo, latrama lleva a cuestionar al espectador sobre qué debería haceruna persona que no puede cuidar de otra, aunque sea su únicofamiliar. ¿Es el abandono en un asilo la mejor opción?
Ana está en una encrucijada pues su padre, que hace unoscoquetos y divertidos diálogos con su enfermera en turno Laura(Nieto), pone en riesgo su relación con Pedro, un hombrepoco amable y harto de su suegro.
Lisardo y Basáñez interpretan a este hombre que representa ofigura los diferentes miedos de Andrés. Mientras que la actuaciónde Lourdes se remonta a la de una hija perdida que se muda a NuevaYork, y a la cual, el patriarca idealiza.
“El Padre”, aunque llena de momentos emotivos ynostálgicos, tiene pequeños guiños a la comedia, lo que la haceideal para todo tipo de público.