Este sábado nuestro estado fue sede del Torneo Nacional de Toros de Reparo a Lazo, en el que Santiago Jr., de Güendulain, Oaxaca, se alzó como el máximo ganador de esta contienda, en la que también participaron 18 ganaderías de 10 diferentes estados.
El Acrópolis recibió a más de 5 mil asistentes que, fieles a la tradición, lucieron sombreros de ala ancha, botas vaqueras y camisa a cuadros, así como cinturones, los cuales combinaron a la perfección.
La valentía y entrega por parte de los montadores estuvo presente en todo momento, quienes, previo a su participación, se encomendaron a Dios para pedirle que les permitiera realizar con bien sus montas en cada uno de los jaripeos en donde arriesgan la vida.
“Señor, queremos pedirte humildemente que, llegada la hora, llegado el día de nuestra última monta, cuando las piernas con todo y espuelas se aflojen y nuestros brazos no soporten en el pretil el chicoteo del último reparo, la gente, el ganadero y la música callen...”, rezaron al unísono.
Finalizada la pequeña ceremonia, la Banda Selectiva Clave de Oro hizo sonar la tuba, la tambora y los platillos para prender el ambiente entre los asistentes que, entre monta y monta, lucieron sus mejores pasos de baile.
Toros, jinetes y payasos del rodeo se lucieron por igual, demostrando sus habilidades de competición.
Montados a pelo sobre el lomo de los toros bravíos, los jinetes lucieron sus chaparreras y chalecos en los que, orgullosos, lucieron el logo del rancho al que representaban.
Con una mano al aire aguantaron uno a uno los chicotazos hasta alcanzar los ocho segundos de regla y así ganar un buen puntaje y llevarse los 100 mil pesos que estaban en juego.
Toros de más de media tonelada se lucieron en el ruedo, siendo Rey Purépecha, Sueño Guajiro, Espartaco, Desafío, Nube Negra y Cimarrón los más aplaudidos.
La música no dejó de sonar. La Banda la Razza secundó el ambiente, mientras que Los Cadetes de Linares cerraron con broche de oro con temas como “Flor de capomo”, “El palomito” y “Mandato”.