El cantante Leo Dan no solo deleitó a los poblanos con sus románticas canciones, también se animó a compartir una serie de chistes con las que robó sonrisas a los casi 5 mil asistentes que se dieron cita la noche de este miércoles en el Auditorio Metropolitano.
LEO DAN
Con traje negro y camisa azul, el originario de Argentina, se presentó en el escenario para abrir el concierto con “Te he prometido”, tema que de inmediato desató la emoción entre los presentes.
Al término de su interpretación saludó a los poblanos y compartió una anécdota de su juventud, la cual fue el motivo de inspiración para ese tema.
“Mientras estaba cantando esa canción me fui a la edad de 17 años. En ese tiempo conocía a una muchachita que me gustaba. Ella era de la alta sociedad y yo de la baja. Un día ella me invitó a su fiesta de XV años, así que pedí prestado un saco a un amigo y me fui bien elegante a su fiesta. Cuando llegué ella se me quedaba viendo y yo pensé: esta muchacha me quiere con toda el alma. Cuando se me acercó para platicar, me emocioné y ella me dijo: qué bueno que viniste, mira, te presento a mi novio. Me salí todo triste y me dije, prometo que voy a olvidarte, fue así que cuatro años más tarde escribí Te he prometido. Pasaron los años y un día la vi, engordó tanto que yo con emoción grité ¡Gracias Dios mío!”.
Las risas por su anécdota no se hicieron esperar y dio pie a “Quiero saber más de ti”, el segundo tema de la noche.
Los éxitos siguieron uno tras otros y cuando llegó el turno de “El radio está tocando tu canción” y “Que Dios me aleje de ti”, esta última dijo, dedicada a su suegra.
Más tarde tocó el turno de corear “Esa pared”, “Jamás podré olvidar” y “Cómo poder saber si te amo”.
Sus tres coristas y sus músicos lo acompañaron con gran entusiasmo a lo largo de la velada.
LAS Y LOS AFORTUNADOS
Tras un pequeño speech de chistes de humor blanco, invitó a ocho señoras a subir al escenario para corear con él algunos de sus temas. Las damas no daban crédito de poder estar tan cerca del cantante y antes de bajar se despidieron de beso y se tomaron la selfie del recuerdo.
Los caballeros no se quedaron atrás. Dos de ellos subieron a la tarima para cantar “Libre solterito y sin nadie”, y pese a que uno de ellos no se sabía la canción, el cantante lo ayudó para que pudieran echarse un divertido palomazo.
Los aplausos y gritos de emoción continuaron junto con las canciones.
Tras poco más de una hora, el cantante se despidió, nos sin antes consentirlos con “Mary es mi amor” y “Me estoy portando mal”.
El público lo despidió con efusivos aplausos y Leo cedió el escenario a un invitado sorpresa.
NAPOLEÓN
José María Jr., hijo del conocido “Poeta de la canción”, se presentó en el escenario y acompañado de un pianista interpretó un par de canciones románticas con las que se llevó el aplauso del público.
Fue el quien dio la bienvenida a su padre que enfundado en traje obscuro robó las miradas de los presentes.
“Puebla, para mí es un gusto estar siempre con ustedes. Vamos a disfrutar de esta noche juntos”.
Fue así que sus fans se dispusieron a preparar su garganta para corear a todo pulmón “De vez en ves”, “Corazón” y “Celos”.
La gente no dudó en ponerse de pie para disfrutar del show en el que disfrutaron de las bellas notas que los músicos emanaron con especial sentimiento.
“Atrévete”, “Sin tu amor” y “Pajarillo” no pudieron faltar en su repertorio.
Gritos de “te amo” se escuchaban en repetidas ocasiones en voz de las mujeres que expresaron su emoción por ver al originario de Aguascalientes.
“Ella se llamaba Martha” fue uno de los éxitos más esperados de la noche y que sin duda fue coreado con gran emoción.
El concierto terminó pasada la medianoche, dejando a los poblanos complacidos con un romántico concierto que quedó grabado en la memoria de los asistentes.