Hay canciones, caricaturas, ropa, juguetes e incluso accesorios que dejaron una huella importante en determinadas épocas y en cuanto hay un acercamiento con alguno de estos elementos es inevitable sentir nostalgia al recordar parte de la infancia o la juventud.
Algo similar sucede con las agrupaciones musicales, el impacto escénico que provocan es tal que, aunque pasen los años, los fans seguirán al pie del cañón para corear una a una de sus canciones con la misma emoción que cuando debutaron.
Ejemplo de lo anterior ha sido el regreso de algunos grupos de pop de la década de los 90 como Timbiriche, Jeans (ahora JNS), OV7, Kabah, Moenia, Mercurio, Sentidos Opuestos... y la lista continúa.
Aunque muchos de estos grupos han regresado con mucho éxito, la realidad es que también han tenido que enfrentarse a los comentarios negativos de aquellos que consideran que los cantantes que abandonaron la escena musical (para dedicarse a otros negocios o a sus familias), ya no tienen la misma frescura en la voz ni la soltura para realizar las coreografías que hacían cuando eran jóvenes.
Las opiniones como siempre son muy divididas, aunque lo cierto es que los años muchos veces cobran factura y la calidad de la voz se va perdiendo, sin embargo, hay fans que más allá del talento vocal, apuestan por la nostalgia y buenas memorias que este tipo de reencuentros traen a su vida.
Magneto, La Ley, The Sacados y Los Locomía son ejemplo de otros grupos que también se unieron a la ola del reencuentro.
Hablar de originalidad en estas fechas resulta vago porque de hecho, muchos de los grupos de los últimos tiempos no son más que refritos de tendencias ochenteras y noventeras lo que de alguna manera pone en evidencia la crisis creativa y musical que la industria musical ha tenido en los últimos años.