Lo que comenzó como un hobby y una mera distracción, ahora se ha convertido en algo cotidiano. Brandon Burgos tiene tan sólo 13 años de edad y ha sido nombrado el tatuador más joven de México, a dos años de que comenzó a incursionar en este arte, pues reveló que ha hecho más de 200 tatuajes en diferentes personas acompañado por su padre, Jesús Burgos.
Fue en 2021 cuando Brandon se popularizó en el mundo del tatuaje y El Sol de Puebla lo visitó en su local cuando solo tenía 11 años y con una la experiencia de haber hecho más de 20 diseños: “Empecé a ensayar con cascaras de fruta y piel sintética, después hice el primer tatuaje a mi papá y de apoco fui agarrando confianza”.
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Dos años después, en este 2023, el chico señaló que tanto él como su padre han visto su evolución en este arte: “He aprendido mucho, nuevas técnicas, nuevos estilos, a más tatuadores, para mí que las personas se lleven mis tatuajes es algo especial porque es algo que llevarán toda la vida”.
Asimismo, indicó que se prepara con libros de tatuaje, así como con protocolos de higiene y primeros auxilios por el bien de las personas que acuden al establecimiento donde tatúa, llamado estudio JB Tatto.
Gente va a buscarlo
Reveló que al principio a las personas se les hacía extraño ver a un niño tatuando, sin embargo, al ver los trabajos que hacía les gustó y ahora lo buscan específicamente a él: “Hay una chica que yo le he hechos los 10 tatuajes que tiene”, mencionó.
“Casi casi es como si ya tuviera sus propios clientes, la gente viene aquí al local y buscan a mi hijo para que él les trabaje, ha mejorado bastante, yo tengo nueve años de trayectoria y puedo asegurar que es muy bueno mi hijo”, agregó su padre.
Más de 200 tatuajes
Brandon, siempre a un lado de su papá, ha sido invitado a exposiciones en distintas ciudades del país y en estos casi 24 meses de trayectoria explicó que ha hecho más de 200 tatuajes de diferentes tamaños.
El más grande lo hizo recientemente y fue un dragón de 40 centímetros en la espalda: “Gracias a Dios no nos hemos equivocado jamás, hay que hacerlo con mucho cuidado, si te equivocas no se lo puedes quitar al cliente”.
“Creo que ya está listo para algún concurso, una vez casi lo dejo llorando porque quería concursar y le dije que no porque todavía le faltaba, y ahora me preguntó si podía participar y ahora le dije que sí, porque ya tiene una mejor técnica de manera profesional”, destacó Jesús Burgos.
Tapar tatuajes en parejas, lo que más le piden
El joven expresó que no le molesta hacer ningún tipo de tatuaje, ya que el portador puede pedir lo que desee, pero platicó lo más común es que vayan parejas a pedir tatuajes y a los pocos días regresen para que les tapen los nombres:
“Es muy común, luego llegan, te piden los nombres y a la semana o semanas regresan para que se los borremos y eso no se puede hacer, lo único que podemos es taparlo (…) siempre que vienen a tatuarse les hacemos mención de que un tatuaje es para toda la vida y piensen bien lo que se van a poner, pero al final es decisión de ellos”.
Enfocado en la Marina
Aunque le agrada el mundo del tatuaje, no deja su enfoque en los estudios para más adelante poder ingresar a la Marina, ya que esa ha sido y es la prioridad en su vida, pero por el momento quiere continuar ayudándole a su papá.
“Me gusta mucho este arte, quiero continuar elaborándolo por el momento, significa respeto y me da gusto ver a las personas que se llevan mis tatuajes porque es para toda la vida”.
Agradecido con su papá
El chico compartió estar agradecido por las enseñanzas que le ha dejado su papá: “Siempre me ha apoyado, hemos estado juntos, esta profesión lleva mucho tiempo prepararse, muchas personas piensan que tatuar es lo mismo que dibujar y eso no es cierto”.
“Lo admiro, tiene muy buena calidad y no solo lo digo yo, sino también los tatuadores y las personas y por eso lo buscan, estoy orgulloso de él”, agregó y finalizó el papá del menor de edad.