La puesta en escena “Donde los mundos colapsan”, protagonizada por Silvia Navarro y Osvaldo Benavides, debutó en Puebla con gran recibimiento.
A las 19:00 horas el montaje subió el telón del auditorio del CCU de la BUAP para contarnos varias historias entrelazadas de individuos perdidos que buscan desesperadamente la felicidad a través del amor.
Un escenario minimalista y oscuro, coronado por una enorme estructura asimétrica, sirvió para que los actores narraran la inocencia, la lujuria, la paternidad, el desamor, la ira y el descontento de una sociedad mexicana a través del tiempo.
Osvaldo y Silvia llevaron al espectador por varias décadas: ochentas, noventas y dos mil para recrear acontecimientos y catástrofes reales (desde el terremoto del 85, inundaciones, tormentas y huracanes); todo enmarañado por vidas de personas que se conocieron de niños y que, sin pensarlo, vuelven a estar juntos en el futuro.
Las casualidades no existen, o al menos así lo dejó ver a los espectadores el guion de Adrián Vásquez.
El hilo conductor son Valeria (Navarro) y Richard (Benavides), dos personas frágiles que se maltratan, se dicen groserías y se lastiman para demostrarse que no pueden vivir el uno sin el otro.
El texto empieza lento, pero poco a poco las actuaciones de Silvia y Osvaldo envuelven al público y lo lleva por un clímax de emociones y alusiones que te hacen pensar “¿qué haría yo en su lugar?”.
Los polos opuestos se atraen y este es el caso de estos personajes. Valeria, una guapa y folclórica mujer a la que su familia y los hombres han maltratado, y Richard, un hombre sumiso, bondadoso y, a veces, ingenuo.