“Somos galerías humanas, somos arte para toda la vida” es la frase que describe el proyecto de la poblana Erika Huerta, artísticamente conocida como “Erikatrina”, quien crea pinturas de su autoría y luego se las tatúa a las personas en su piel bajo la técnica del realismo mágico, este 17 de julio, en el marco del Día Internacional del Tatuaje narró su historia a esta casa editorial.
Erika es una joven artista y tatuadora originaria de la ciudad de Puebla de 31 años de edad, desde hace poco más de una década se dedica profesionalmente al mundo del tatuaje, dejando asombradas a las personas por lo que hace desde su estudio que se ubica en Camino Real a Cholula.
La poblana explicó que desde pequeña le llamó la atención el arte, ya que una de sus tías se dedicaba a eso y le enseñó algunas técnicas de dibujo y pintura, y ella lo tomaba como una forma de expresar su emociones y sueños de niña.
Fue a los 16 años de edad que conoció a un tatuador, mismo que la invitó a una exposición donde le mostró el mundo del tatuaje “Ahí me di cuenta que el tatuaje era un soporte más para expresar el arte y se conectó con que siempre quise ser artista de niña”, indicó.
El tatuaje era un soporte del arte y para mi el arte te acerca a la divinidad
Se percató que quería dedicarse a eso, sin embargo, se enfrentó a una ideología 'conservadora de su familia', según comentó, ya que estaban en contra de esa práctica por su religión.“Ellos decían que los tatuajes eran para carceleros y delincuentes y que no estaban en el camino de Dios y al final de cuentas también era una perspectiva que yo tenía porque nací con esas creencias”.
A pesar de eso, realizó su primer tatuaje apoyada por el amigo que le mostró ese mundo, sin importar lo que sus seres queridos pensaban, e incluso reveló que su abuela le dejó de hablar por más de un año.
“Cuando empecé a tatuar me di cuenta que el tatuaje era un soporte del arte y para mi el arte te acerca a la divinidad, empecé a ser fiel a mí misma, a romper esas creencias del tatuaje, mi mente se expandió y la de mi familia también, se dieron cuenta de que el tatuaje transmitía algo muy bonito, y que podía vivir de esto, decían que no creían era posible esto el plasmar una obra de arte en la piel de otra persona y poco a poco me fueron aceptando”, expresó.
Se enfrentó a ideologías machistas
Dejando a un lado lo de su familia, reveló que uno de los principales retos que ha combatido a lo largo de esta década, ha sido el pensamiento machista de la sociedad, en el que no estaba tan bien visto el que una mujer ejerciera el trabajo de un tatuador.
“Cuando empecé vivíamos en un sociedad conservadora y machista, sin embargo, actualmente se ha dado la apertura a que el tatuaje sea visto como un arte, como en realidad es y les da camino a las nuevas generaciones, muchas chicas se están expresando con mayor facilidad a comparación de las circunstancias que yo pase y eso me da mucho gusto”, indicó.
Agregó que 'se debían hacer ciertas cosas y estar limitada a hacer lo que hombres te decían o que no te tomaran en serio, fue a paso lento mi trabajo, pero firme y ahora mi arte es reconocido a nivel nacional y mundial”.
Erikatrina elabora tatuajes con la técnica realismo mágico
A partir del primer tatuaje, Erika empezó a descubrir más de lo que podía hacer dentro del mundo de los tatuadores, y lo combinó proyectándoles a las personas en su piel obras de su propia autoría bajo uno de los 25 estilos que existen para tatuar; el del realismo mágico.
“Es tatuaje de autor, es decir creo los dibujos con base a lo que el portador quiere transmitir, me dicen sus pensamientos, una vez que me lo dice yo veo la zona considerable donde se debe tatuar, hago una composición con la zona y me pongo creativa dibujando, siempre con la finalidad de que tenga armonía con el cuerpo y decir el mensaje que el portador quiere comunicar”, mencionó.
Como es de autor incluso Huerta les entrega a sus clientes una hoja del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para darle autenticidad a las obras que hizo “Estamos registrados ante el IMPI, COFEPRIS y tenemos licencia de tatuadora profesional, es un trabajo serio”.
Destacó que hasta el momento es la única artista poblana (mujer) en hacer este tipo arte, además de que es la pionera en hacerlo para ambos sexos “Ya hay más artistas que lo hacen, pero hombres, mujeres hasta el momento la única en esta modalidad”.
En estos años, ha hecho más de 8 mil diseños diferentes en la piel de las personas, de distintos tamaños y formas, el precio más económico que ha manejado es de 2 mil pesos, dependiendo las dimensiones “Me gusta fusionar el realismo porque me da libertad, el tatuaje ha ido evolucionado, a la gente le ha encantado”.
Campañas sociales
Además de las obras que hace, otra de las virtudes que tiene Erika son dos campañas sociales que tiene “Yami” y “Margarita”:
La primera de ellas va enfocada a apoyo a víctimas de la depresión, cubriendo cicatrices auto infringidas con algún diseño que le de sentido a su camino, mientras que la segunda se enfoca en apoyar a sobrevivientes del cáncer de mama a cubrir cicatrices y a ayudarles a recobrar la confianza y el amor a su cuerpo.
“Siempre nos asesoramos con instituciones para proceder este tipo de técnicas con las cicatrices, siempre va primero la salud de las personas”, comentó.
Reconocimiento total
En estos diez años de trayectoria Erikatrina (nombre que se colocó porque le gusta el trasfondo de la figura de la catrina y lo quiso combinar con su nombre original) ha recibido invitaciones para participar en exposiciones y festivales de talla local, nacional e internacional en donde se le ha reconocido su trabajo.
Dos de los recientes nombramientos que recibió fueron: uno, el reconocimiento por parte de Senado de la Republica, por fomentar el arte y la cultura a través de campañas, y dos, ganar el premio a Mejor Tatuaje del Dia en la expo internacional Viva La Tinta con su obra D.M.T.
El tatuaje es un compromiso
La artista hizo énfasis en lo que significa para ella dedicarse a esto “Es un compromiso muy grande para la salud de la otra persona, pero sobre todo compromiso con el alma porque al crear arte en la piel de alguien más siento que puedes conectar las almas, debemos cumplir con los parámetros estéticos para que se logre transmitir lo que quiere la otra persona, el tatuaje es un mensaje y a veces siento que soy la portadora de ese mensaje que te quieres proyectar, siento es muy espiritual”.
Finalmente agregó que a pesar de lo que al principio vivió con su familia se siente orgullosa “Es un honor muy grande porque va en el linaje femenino que hay en mi familia, todas han rompido esquemas para inspirar a otras mujeres, este es resultado de una lucha de mujer y de ideologías”.