La famosa actriz Demi Moore se convirtió en una de las protagonistas del desfile de Fendi en la Semana de la Moda de París, pero no fue por su desempeño como modelo, ni tampoco por su belleza, sino por lo irreconocible que lució su rostro, el cual muchos medios internacionales lo calificaron como “cincelado estéticamente”.
A pesar de que el tan esperado “fashion film” sería uno de los más importantes para la firma italiana, pues iba a ser el gran estreno del británico Kim Jones al frente de Fendi, con un elenco de modelos entre las que figuraron Kate Moss, Naomi Campbell, Cara Delevigne, Bella Hadid y la protagonista de “Ghost”, la estrategia del marketing no pudo salir peor, pues el momento que más robó miradas fue cuando la ex de Bruce Willis realizó su aparición, luciendo unos pendientes maxi, un top en V de generoso escote que ocultaba sus manos y una falda ceñida, además de un rostro completamente cambiado.
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La realidad es que poco se ha hablado de los trajes de alta costura y mucho de la “nueva” cara de la actriz, quien logró eclipsar a sus compañeras de pasarela por su impactante cambio físico que ha desatado tantos comentarios como críticas, a los que Demi permanece ajena.
A sus 58 años de edad, con la frente sin una sola arruga, la nariz visiblemente más redondeada, los ojos sin apenas expresividad y, principalmente, unos pómulos y una boca que cambiaron completamente la expresión de su cara, es como Demi ingresa a la gran lista de celebridades aficionadas al bisturí en busca de la eterna juventud.