Desde los cuatro años de edad la poblana Jazmín Díaz de León se preparó para brillar en el mundo del ballet y hoy día forma parte del West Australian Ballet (WAP) en Australia, poniendo en alto el nombre de la Angelópolis.
Fue en el Estudio de Danza Antoinette de Puebla, bajo la dirección de la maestra Ivonne Robles Gil, que comenzó su preparación cuando era niña, posteriormente cursó la carrera en Danza en la Royal Academy of Dance, graduándose en el nivel más alto de la institución, Solo Seal.
Después empezó a concursar en diferentes competencias que la llevaron a pisar escenarios en diferentes partes de México, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Francia y Australia, además de tener participación profesional en diferentes compañías.
Jazmín platica a esta casa editorial que se fue de Puebla ya que buscaba una oportunidad en el ámbito profesional: “Como ejecutante y profesional de la danza clásica quedarme aquí nunca fue una opción, ya que el estado no cuenta con una compañía profesional. En cuanto me gradué el siguiente paso era empezar a hacer audiciones, aplicar a todas las compañías que tuvieran convocatoria abierta, sin importar donde estuvieran, lo que quieres es una oportunidad”.
El rechazo ha sido el principal reto al que se ha enfrentado Díaz de León: “Creo que los artistas tenemos que desarrollar una cierta resistencia y aceptación al rechazo, porque de 10 audiciones que hagas en 9 te van a decir que no, y entender que eso no te determina como persona o como bailarín, que hay muchos factores que a veces están fuera de tu control, como la estatura, el perfil de bailarines que busca en ese momento la compañía, etc. y también a veces entender que probablemente aun no tienes el nivel, y creo que ahí también entra en juego ser humilde y respetuoso con el mismo arte, la danza en este caso. Analizar en qué puedes mejorar y dar lo mejor de ti”.
Actualmente está dentro de la West Australian Ballet teniendo presentaciones con cientos de asistentes, es una compañía estatal en Australia Occidental fundada en 1952 y es la más antigua de dicho país además de ser una de las de mayor reconocimiento a nivel internacional.
“Creo que es una oportunidad única. Australia es un país asombroso y el poder estar aquí en la compañía compartiendo y creciendo con artistas tan talentosos, tanto jóvenes como con una larga trayectoria, bailarines de diferentes nacionalidades y bailando repertorios tan diversos y desafiantes es increíble” describe sobre su estancia dentro de la WAB.
No descarta regresar a México
Pese a que se siente a gusto y tiene planes aún a futuro con la WAB para seguir creciendo personal y profesionalmente, no descarta regresar a México para que sus paisanos puedan ver lo que hace arriba del escenario.
“Estoy en un punto de mi vida donde sólo estoy apreciando y disfrutando de lo que tengo o que he hecho y construido, donde miro hacia atrás y veo el camino recorrido, los pasos grandes o pequeños que me han traído hasta aquí. Claro que me encantaría en algún momento regresar y compartir mi danza en México, en alguna función o festival de danza”, finalizó.