|| por Amhed Sandoval ||
Estados Unidos / 2017 / 118 min. / Dir. James Foley
La segunda entrega fílmica de la saga de novelas eróticas“Cincuenta sombras de Grey” de la autora británicaE. L. James llega a pantallas de todo el mundo, invitando desde sutítulo ser “más oscura”. Sin embargo, llega con mucho menosimpacto mediático que su predecesora, que proponía ser una cintacon alto contenido sexual y que rompió las taquillas. No obstante,esa proposición erótica no fue del todo cumplida.
La primera entrega Cincuenta sombras de Grey(Estados Unidos, 2015) fue la segunda película dirigidapor la realizadora también británica Sam Taylor-Johnsonquien tenía en sus manos la consigna de llevar a las imágenes enmovimiento el “provocativo” bestseller, pero que portensiones con la autora de la saga, como ella misma lo menciona,decidió abandonar el proyecto. En su lugar entra el directorestadounidense James Foley quien tiene la consigna de darle esaoscuridad y provocación que se prometía desde un principio.
Mucho ruido se hizo de esta saga, ahora fílmica, por lasacusaciones que se hacían de provocar en sus lectoras mayor deseosexual e incluso de provocar conductas poco saludables entremujeres de todas edades, sobre todo las jóvenes. Tanto llamó laatención de la sociedad que incluso se llegaron a hacer estudiosserios en universidades prestigiosas al respecto, en donde seafirmaba que era verdad. Todo ese morbo provocó que el estrenofuera todo un éxito ¿y qué pasó después de estrenada la saga?Nada.
Nada porque terminó siendo una película presuntuosa que notenía un contenido realmente erótico y terminaría siendo unapelícula de una chica cualquiera en la que se fijó un atractivomillonario, que resultaría tener gustos sexuales singulares y ellapor su enamoramiento se sometería a ellas. Esas prácticas enrealidad no son muy “singulares”, por lo menos no en pantalla,es cierto que es muy difícil trabajar el erotismo en cine porquerara vez es un elemento narrativo.
El gran problema de esta adaptación es que en el libro lasprácticas están y en pantalla no se exploran. Y no se explorantal vez por un tema meramente de clasificación, si se mostraranlas imágenes sugeridas desde las páginas del libro se perderíauna clasificación apta para adolescentes, que es el gran públicometa, y hubiera sido vista en pantallas comerciales por unacantidad mucho menor de espectadores. Esta segunda parte vuelve adar una sexy promesa, donde ahora ella mandará, por lomenos ahora ya se tiene una idea de que tan atrevida puede llegar aser, así que es responsabilidad de cada quien creer o no en esanueva sexy promesa.