En el año 1997 se estrenó ‘La vida es bella’, una película que cuenta la historia del dueño de una librería llamado Guido, interpretado por Roberto Benigni, que utiliza su imaginación para proteger a su hijo de la realidad a la que se enfrentan dentro de los campos de concentración creados por los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial.
Esta cinta fue elogiada por la crítica especializada y por el público en general, ya que contó desde otra perspectiva uno de los momentos más complicados en Europa. En total se llevó tres premios Oscar, incluido el de ‘Mejor película de no habla inglesa’. Los protagonistas de este filme han sido recordados por su impecable participación.
Uno de ellos fue el actor Giorgio Cantarini, el encargado de darle vida al pequeño Giosué, quien en el largometraje vivió de cerca los estragos del holocausto, sin embargo, su padre se la ingenió para que pensara que todo se trataba de un juego, por lo que siempre se mantuvo ajeno a la verdad, incluso cuando su padre se despidió de él.
En ese momento, él tenía tan solo 5 años, luego de este proyecto trabajó en un par más, pero el resto de su niñez y adolescencia estuvo alejado de la actuación, incluso por un tiempo soñó con convertirse futbolista, si te interesa saber más de él, a continuación, te mostraremos como luce ahora a sus 30 años.
¿Qué fue de Giorgio Cantarini?
El actor nacido en Italia, tuvo la oportunidad de participar en el ‘Gladiador’ (2000), esta producción tuvo un gran impacto en la cultura popular e igual fue reconocida por los premios de La Academia. Él fue el hijo de Russell Crowe.
Tiempo después, lo contrataron para que saliera en otras tres cintas, una de las más populares fue ‘De amor y de guerra’ (2001), sin embargo, sus padres decidieron apartarlo de los reflectores, pues le explicaron que debía tener una vida normal, y no querían estuviera expuesto a este ambiente.
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“Mis papás querían que me dedicara primero a mis estudios y al deporte para poder llevar una vida normal porque continuar mi vida como actor significaba cambiar de ciudad, irme a Roma, dejar de ir a la escuela”, indicó Giorgio en una entrevista para On se fait un ciné.
De acuerdo con el medio El Mundo, él joven actor estaba agradecido por haber crecido de forma tranquila, fue así como se dedicó por completo a estudiar, también desarrolló su pasión por los deportes, y se hizo fan del futbol.
“Hasta los 18, quería ser futbolista. El cine era algo que me gustaba, pero podía haber terminado perfectamente en un terreno de juego”, explicó. Esto cambió hasta que realizó una tarea que le dejaron en el colegio, y es que para obtener una buena calificación se puso de nuevo frente a la cámara.
“En el último año de instituto, me pidieron, para la asignatura de Griego, una representación libre. Decidí rodar un corto. Fue mi único 10 en Griego y me hizo pensar que el cine era un entorno en el que me sentía bien”.
Después de esta experiencia, ingresó al Centro Experimental de Cinematografía de Roma y en el 2014 se graduó. Fue así como retomó su carrera en la actuación, y hasta ahora ha colaborado en obras de teatro, series y largometrajes.
Él confesó que suele ser muy selectivo con los papeles que interpreta. En el 2015 salió en el programa italiano ‘Aus-Adopta un estudiante’, al poco tiempo estuvo en la puesta en escena ‘El montaplatos de Harold Pinter’, mientras que en el 2018 actuó en la película ‘Lamborghini, the Legend’.