Armando Cuautle poblano que desde hace más de 37 años tiene eventos a nombre de Sonido Master platica con El Sol de Puebla acerca de su trayectoria y comenta que tiene miedo por la delincuencia que está presente en el país.
Desde pequeño estuvo en eventos con rondalla de iglesia y luego una banda musical con ambientes grupero: “Tenía ganas de traer a Puebla música diferente, sonidos diferentes de otros países, y ya existían los Sonidos (…) y me llamó la atención por lo que hacían, era muy distinto a los grupos musicales, me gustó y le propuse a la agrupación en donde estaba hacer esto, empecé a adquirir poco a poco mis instrumentos”.
Fue entonces que Armando empezó a adentrarse en ese mundo y poco a poco fue consiguiendo el material para poder realizar un su propio sonido y “de broma” le dijo a su hermano que le dijera a sus maestros que si necesitaban música para algún evento él lo podía hacer.
“Un día llega y me dice que vaya a su escuela porque quería hablar conmigo su maestra, fui y me dicen que querían me presentara con mi sonido y dije que sí pero no tenía el nombre, ni si quiera discos. Hablé con mi hermano para ver cómo le poníamos, yo conocía una banda que se llamaba Master Band y dije Master Sound. Le pedimos a uno de sus amigos nos apoyara para comprar discos y fuimos, no era mucha música, pero tuvimos para el evento (...) estuve muy nervioso por todo, es más, no recuerdo ni cuánto cobre”, relata Armando.
A partir de ahí fue que arrancó el proyecto de lleno, fue sumando más aparatos y eventos hasta consagrarse como uno de los sonidos más importantes en Puebla, junto a Fantasma de César Juárez.
Enfrentamientos con Sonido Fantasma
Sonido Master se ha presentado en diferentes escenarios de la república mexicana, pero recuerda dos bailes especiales: “En este ambiente siempre te topas con otros sonidos, pero César y nosotros éramos los más pedidos en Puebla, y nos vimos muchas veces de frente, dos de ellas jamás se me olvidarán”, cuenta el músico.
“La primera fue cuando le ganamos un premio llamado Águila Dorada, es una presea que se hizo para que se distinguiera al sonidero, se la ganamos a Cesar, me cargaron y felicitaron todas las personas, fue de mucho orgullo porque nos destacaron como los mejores”, señala.
“La segunda fue en un evento que se hizo en la CAPU, si no mal recuerdo en 2013, y los dos teníamos nuestros públicos, pero cuando nos tocó tocar a nosotros todo se prendió, había más de cinco mil personas bailando, yo tenía una exclamación que decía “eh, ah” como un sello de alegría y la gente lo coreo y apagamos a Fantasma, fue increíble”.
Miedo a la delincuencia
Armando Cuautle cuenta que los mayores retos su sonido los está enfrentando hoy día: “Uno porque la pandemia nos cerró los eventos y ahora nos da miedo que en el transcurso de los viajes nos agarren y nos quiten las cosas, y nos tengamos que dedicar a otra cosa. Lo pienso mucho, la delincuencia se ha desatado mucho, antes íbamos a barrios pesados y no pasaba nada, pero ahora ya lo piensas”, comenta.
El músico comenta también que el problema no es sólo en los eventos: “Yo tengo miedo, pero no por los sonidos, sino por la delincuencia, en los sonidos como en todo hay alcohol y broncas y sí aventaban piedras y etc., pero ahora hasta las armas te sacan (…) también pasa en otros lugares, en el norte ni hay sonidos y también hay violencia, es una prueba de que no somos nosotros los culpables de lo que llega a pasar, mi mensaje es que hay que ser más tranquilos y vivir en paz”, concluyó.