Recientemente se dio a conocer que el primer actor, Ignacio López Tarso, tuvo que ser internado por una enfermedad respiratoria, lo que provocó preocupación entre la comunidad artística, medios de comunicación y seguidores del actor, pues surgieron especulaciones de si se trataba de un contagio de Covid-19, por los riesgos que implicaría para la edad del intérprete.
Tras los cuestionamientos en redes sociales, el propio actor redactó un mensaje en Facebook en el que escribió que agradecía la preocupación y muestras de cariño además de que confirmó que se encontraba en un hospital debido a un “cuadro de neumonía bacteriana”, además de que indicó que está recibiendo la atención adecuada para poder recuperarse de manera rápida.
López Tarso cerró su mensaje afirmando estar contento de recibir los mensajes y el cariño de la gente además de indicar “¡Nos vemos pronto en el teatro!”; hasta el momento el mensaje es el único informe respecto a la salud del actor, el cual ha sido compartido 185 veces, ha recibido 14 mil reacciones y más de dos mil comentarios.
El anuncio de su internación en un nosocomio fue hecho por la periodista María Luisa Valdés Doria, quien indicó que Ignacio López Tarso ingresó al hospital desde el pasado lunes 30 de mayo, quien además en ese momento negó que se tratara de coronavirus o influenza, además de que sólo permanecerá ahí por siete días.
¿QUIÉN ES IGNACIO LÓPEZ TARSO?
Ignacio López López, mejor conocido como Ignacio López Tarso, es un actor mexicano que nació en la Ciudad de México el 15 de enero de 1925 en una casa de la calle de Moctezuma, hijo de Alfonso López Bermúdez e Ignacia López Herrera; fue mientras vivía en Guadalajara que tuvo su primer contacto con el mundo artístico a la edad de ocho o nueve años.
Aquel día que fue llevado por sus padres a ver una función de teatro de carpa quedó impactado al ver cómo se apagaba la luz, se abría el telón entre la oscuridad y solo quedaba iluminado el escenario con lo que quedó hipnotizado, periodo de privación duró hasta que terminó la obra y se encendieran las luces, así lo ha descrito en repetidas ocasiones el propio actor.
Años después, problemas económicos le impidieron ingresar a una escuela superior, por lo que un sacerdote le recomendó ingresar al Seminario Menor de Temascalcingo en el Estado de México para continuar con su educación, aunque debido a que no tenía vocación al sacerdocio terminó por abandonar sus estudios ahí.
Fue a los veinte años que con motivo de realizar el servicio militar permaneció en un cuartel más de un año en Querétaro y posteriormente en los regimientos de Veracruz y Monterrey, por lo que obtuvo el grado de Sargento Primero esto hizo que le ofrecieran ingresar al Colegio Militar, pero tras descubrir que no era su vocación, por lo que ahí terminó su aventura militar.
Debido a que el trabajo como agente de ventas de una empresa fabricante de ropa en la Ciudad de México no lo ayudó a salir de la crisis económica, con unos amigos decide irse a trabajar a Estados Unidos como bracero, pero mientras estaba trepado en un alto naranjo, resbaló y cayó de espaldas encima de unas cajas, por lo que se lastimó seriamente la espina dorsal quedando casi paralizado.
Fue tras una recuperación de aproximadamente un año que en 1949 Ignacio López Tarso ingresó a la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la entonces única escuela de teatro en el país; luego de que Xavier Villaurrutia le advirtió que con su nombre verdadero no podía ser actor ni alcanzar el éxito, le recomendó que adoptara otro nombre.
El origen de su nombre está relacionado con San Pablo Apóstol, quien era originario de la ciudad de Tarso y por eso le decían Pablo de Tarso, por lo que le gustó y decidió solo sustituir su segundo apellido, al grado que no solo ha usado este nombre con fines artísticos, sino también en asuntos legales.
Pero no sólo se dedicó al mundo artístico, pues Ignacio López Tarso también incursionó en la política como diputado federal, además de ocupar cargos importantes en organizaciones como la Asociación Nacional de Actores (ANDA), la Asociación Nacional de Interpretes (ANDI), el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC) y el Seminario de Cultura Mexicana.