Se apodera el terror de las salas de cine en Puebla con Megalodón

Esta propuesta cinematográfica trae consigo una “nueva fórmula”

Maricarmen Hernández

  · sábado 11 de agosto de 2018

Qué rico suena ir a la playa, tomar el sol, ponerse bronceador y meterte a las deliciosas aguas del mar, ese sería el escenario perfecto para presumir el traje de baño en unas vacaciones, pero todo cambia cuando una enorme mandíbula acecha sigilosa desde las profundidades del agua.

Si bien, es algo que en la vida real nadie desea, es parte de la propuesta cinematográfica del director Jon Turteltaub que, con un presupuesto de 150 millones de dólares llevará a los espectadores a sumergirse a las profundidades del agua y vivir el terror de frente a una asesina bestia marina.

Megalodón, además de ser el título de la película, es el nombre del protagonista tiburón prehistórico, que supuestamente se creía extinto, pero que inesperadamente resurge de las profundidades de la fosa de las Marianas.

Esta criatura tiene un hambre voraz y es capaz de comerse una ballena sin ninguna dificultad y poner en peligro a un grupo de investigadores que se encuentran realizando una expedición como parte de un programa internacional de vigilancia submarina, financiado con fondos privados.

Un magnate que ha puesto el dinero para la misión, se desplaza al lugar para ver el gran evento que puede marcar un antes y un después para la biología marina: traspasar lo que creen que es una sima que lleva a una profundidad inaudita en un moderno batiscafo (embarcación sumergible para explorar el mar).

Lo que ellos no se imaginan es que el sumergible será atacado por una gigantesca criatura quedando la tripulación atrapada.

Esto llevará al oceanógrafo chino responsable de la misión a contratar al especialista en rescates en aguas profundas, Jonas Taylor, incluso en contra de la opinión de su hija. Lo que no pueden imaginar es que él ya se ha enfrentado a esa amenaza: un tiburón gigante, una criatura prehistórica de 23 metros, antecesora del tiburón blanco, de enormes fauces y gran instinto cazador.

Aunque a lo largo de la historia de la cinematografía ya se han producido infinidad de películas sobre esta temática el director ha decidido usar el mismo patrón, solo que con un tiburón más grande.

A continuación te presentamos un top de las películas más famosas de tiburones asesinos.

“Jaws”– 1975

Un inmenso tiburón blanco devorador de carne humana merodea por las playas de Amity Island atacando a los bañistas.

El jefe de policía se enfrentará a las autoridades que por temor a perder su fuente principal de ingresos no quieren alertar a los turistas. Finalmente se lanzará a la caza del escualo acompañado por un caza-tiburones y un biólogo marino.

“Tiburón 2” – 1978

Aunque no aporta nada especialmente original y diferente de la primera, es una buena secuela. Volvemos a encontrar al jefe de policía Brody alertado por la desaparición de unos submarinistas en la zona donde se hundió el ORCA.

También entrarán en el juego los hijos de Brody y sus amigos que estaban de excursión por allí.

“Marea Letal” – 2012

Protagonizada por Halle Berry, esta encarna a una joven que queda traumatizada tras la muerte de su profesor de buceo debida al ataque de un tiburón y abandona su pasión científica por los escualos.

Ejerce de guía turística cuando recibe una proposición que no puede rechazar, pero que implica enfrentarse con lo que más teme: los tiburones asesinos.

“DEEP BLUE SEA” - 1999

Para mucha gente esta es la mejor película de tiburones tras Tiburón. Con una premisa que tiene tintes de serie B, como tiburones modificados genéticamente haciéndolos más inteligentes, Deep Blue Sea cuenta con un buen presupuesto y decentes efectos especiales.

Con un Renny Harlin, en buena forma por aquel entonces, la película fue de las pioneras en usar escualos digitales, siendo una de las razones por la que la película se retrasó de 1994 a 1999 por la complejidad que planteaba los FX en la época. Con un presupuesto de 60 millones, la película recaudó un total de 165 en todo el mundo, y la crítica estuvo mixta tirando a positiva, ya que se la calificó de poco original, previsible y que los efectos contaban un poco.