SANTIAGO.- Comedy Central acaba de estrenar la temporada 22 de la siempre provocadora serie animada "South Park" que nuevamente generó polémica en Estados Unidos.
El primer episodio de la serie creada por Trey Parker y Matt Stone abordó los tiroteos en colegios e instituciones, pero fue el segundo capítulo de la producción la que se ganó críticas de sectores conservadores por abordar el abuso sexual infantil en la iglesia católica.
"A Boy and a Priest" ("Un niño y un sacerdote") es el nombre del episodio que le continúa a "Red Hot Catholic Love", de 2002, donde el padre Maxi viaja hasta El Vaticano para intentar detener le pedofilia dentro del alto clero.
En esta ocasión, este mismo religioso se convierte en amigo de uno de los niños de South Park, Butters. La amistad no obstante no es bien vista por el resto del pueblo, deslizando que la iglesia católica está compuesta por pederastas.
La Liga Católica, una organización que defiende los intereses y la imagen de la iglesia, criticó al programa.
Según consignó The Wrap, su líder, Bill Donohue, catalogó a los creadores de la serie de cobardes, añadiendo que no se atrevían a contar la verdad.
Donohue sostuvo que era injusto que se siguiera culpando a la Iglesia Católica de abuso sexual de menores porque el menor número de casos "tiene que ver con niños", en tanto que el resto está asociado con "adolescentes o adultos".
“UN NIÑO Y UN SACERDOTE”
Cuando Randy Marsh, padre de Stan, se entera que los niños se han ido de campamento con el sacerdote, llama a Stephen en estado de pánico.
"¿Deberíamos llamar a la policía o comprar condones?", le pregunta Stephen al padre de Butters.
En el episodio, Butters ve cómo los ciudadanos de South Park van todos los domingos a misa con el simple propósito de hacer chistes y burlas sobre la pedofilia mientras el sacerdote intenta dar su sermón. Esto le molesta y le ofrece su ayuda a Maxi.
En este caso, Maxi no tiene ninguna intención de lastimar a Butters pero por razones obvias su relación resulta sospechosa y la Iglesia trae al "Equipo de Limpieza", un grupo de obispos hipócritas, para lidiar con la situación simbolizando los esfuerzos de la Iglesia por tapar y encubrir los casos de abuso sexual.