Pablo Montero se presentó anoche en el zócalo de Puebla, donde miles de asistentes corearon junto a él al son del Mariachi Sonidos de América.
Enfundado en un traje de charro, Montero complació a su público con temas propios y de otros artistas, los cuales fueron aplaudidos, en su mayoría, por mujeres adultas.
“México lindo y querido”, “Cielito lindo”, “Celos” y “Entrega total”, fueron algunas de las canciones que se escucharon en el concierto, el cual arrancó en punto de las 19:00 horas.
“¡Buenas noches! ¡Qué chula es Puebla!”, saludó el intérprete de regional mexicano, que arrojó sombreros y pañuelos a la muchedumbre, la cual le respondió con gritos ensordecedores y ovaciones.
No contento con esto, Pablo bajó de la gran tarima dispuesta a un costado de la Catedral para estrechar las manos de sus seguidores y cantarles de cerquita. Justo, llegó a las vallas que lo separan de sus admiradores para saludarlos y, al no alcanzaros, pidió una silla para ver a los de hasta atrás.
Pablo Montero se presentó anoche en el zócalo de Puebla, donde miles de asistentes corearon junto a él al son del Mariachi Sonidos de América.
Enfundado en un traje de charro, Montero complació a su público con temas propios y de otros artistas, los cuales fueron aplaudidos, en su mayoría, por mujeres adultas.
“México lindo y querido”, “Cielito lindo”, “Celos” y “Entrega total”, fueron algunas de las canciones que se escucharon en el concierto, el cual arrancó en punto de las 19:00 horas.
“¡Buenas noches! ¡Qué chula es Puebla!”, saludó el intérprete de regional mexicano, que arrojó sombreros y pañuelos a la muchedumbre, la cual le respondió con gritos ensordecedores y ovaciones.
No contento con esto, Pablo bajó de la gran tarima dispuesta a un costado de la Catedral para estrechar las manos de sus seguidores y cantarles de cerquita. Justo llegó a las vallas que lo separan de sus admiradores para saludarlos y, al no alcanzaros, pidió una silla para ver a los de hasta atrás.
“¡Qué Chula es Puebla! Toda esa gente linda. A las abuelitas, a las mamás y a las mamacitas. ¡No las oigo!”, dijo para dar paso a “La media vuelta”.
Con “El Noa, Noa”, original de Juan Gabriel, puso a bailar a hombres y mujeres, que se entregaron a él hasta el anochecer.
También se dio tiempo de felicitar a las mamás poblanas por el próximo 10 de Mayo al ritmo de “Las mañanitas”.
Después de casi 110 minutos de concierto, el mexicano, nacido en Torreón, Coahuila, se despidió con “Llamarada” y “Acá entre nos”.
LO ESPERAN A LA SALIDA
Decenas de personas se conglomeraron a la salida, donde una camioneta negra esperaba al cantante, para abordarlo y pedirle un autógrafo o selfie.
Ante la insistencia, el vehículo se detuvo y Pablo bajó uno de los cristales para saludar a sus admiradores y poderse tomar fotos con algunos de ellos. Una fan acercó a su bebé a los brazos de él, quien lo sostuvo por unos segundos para la imagen.