Reynaldo Rossano habló sobre la situación familiar complicada que vive después de que tiene más de un año sin poder ver a sus hijos, ya adolescentes, y producto de su relación con su expareja Karla Arreola.
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Durante una entrevista en el programa de YouTube de la conductora Flor Rubio, Reynaldo, conocido como “El Papirrín” se presentó para hablar de lo que ocurre con su familia, después de que sus hijos expresaran que no quieren verlo más y ya se haya cumplido más de un año sin tener contacto con ellos, ya que también fue bloqueado de redes sociales y del teléfono.
El conductor y comediante se mostró sensiblemente afectado por la situación, en donde señaló que todo comenzó debido a la cuestión económica, ya que vive un momento complicado en el que no puede cumplir con los gustos de sus hijos como lo hacía antes, aunque aseguró que esto no significa que no cumpla con sus obligaciones.
Reynaldo Rossano revela que su mala racha económico ha alejado a sus hijos
“Sí estoy pasando una mala racha económica, pero va a pasar y cuando pase la racha económica y te pueda volver a suministrar lo que tú quieres, ¿ahí me vas a querer?, ¿ahí me vas a volver a querer?”, comentó en duda sobre la actitud de sus hijos.
Afirmó que, en su momento realizó una denuncia en contra de la madre por un tipo de abuso infantil, pero esto ya no procedió debido a que los niños ya no quisieron aceptar las acusaciones.
“Aquí la situación es que los niños vienen conmigo, son cosas graves, al grado que tuve que levantar una denuncia ante la mamá de los niños por abuso sexual”, relató. “Esa denuncia ya no procedió porque los niños al final del día ya no corroboraron lo que yo dije, porque, porque los niños tienen miedo, porque viven con ella, e imagínate toda la presión que tienen de la familia de ella y de ella misma, pues es un terror que viven tremendo”.
También negó que él esté buscando correrlos de la casa donde actualmente vive su familia, ya que él no es dueño de la propiedad y se trata de un conflicto legal entre la madre de sus hijos y su casero o dueño del inmueble donde viven, por lo que no podía comentar más al respecto.
Sobre si él hizo algo mal que pudo molestar a sus hijos, comentó que no lo sabe, ya que no ha recibido respuesta de ellos. De igual forma, indicó que el contexto que los rodea hace que busquen obtener y querer cosas económicas que están fuera de sus posibilidades, como el estudiar en escuelas privadas, obtener prendas de lujo o adquirir automóviles.
“Seguro sí (sí cometió algún error), pero no lo sé y sabes por qué no lo sé, porque no me lo dicen, porque no quieren hablar conmigo. Me duele mucho, no tienes idea de cuánto me duele, porque yo jamás he hecho nada con dolo ni para maltratarlos, ni para tratarlos mal, ni para hacerlos sentir mal, a mis hijos no”, afirmó Reynaldo.
“Yo lo que puedo hacer es señalarme a mí y decir, de mi parte no creo haber hecho nada, que haya puesto la situación que tenemos el día de hoy”, añadió.
Sobre si la situación puede tener solución, Reynaldo Rossano señaló que ya sus abogados buscaron llegar a acuerdos con los de su expareja y no han encontrado solución. Además, reafirmó que su intención no es difamar o causar daño a la madre de los niños, ya que lo único que quiere es volver a ver a sus hijos.
Reynaldo Rossano y su situación familiar
Reynaldo Rossano y Karla Arreola tuvieron una relación longeva debido a que estuvieron 15 años casados hasta que terminaron por divorciarse en el 2021.
Reynaldo es en total padre de tres hijos, uno mayor de nombre Diego de una relación previa y dos con Karla, los cuales son actualmente adolescentes.
Desde el 2018 la pareja expresó que vivía algunas dificultades y que hacían lo posible para poder rescatar su matrimonio, incluso al ir juntos a terapia. Sus intenciones no dieron frutos y terminaron por divorciarse.
Aunque parecía que no vivían problemas, recientemente Karla Arreola señaló que vivía algunos problemas, propiciados por la falta de pensión y el incumplimiento de su deber como padre de Reynaldo Rossano, lo que lo llevó a buscar su derecho de réplica y lo que vive después de un año sin ver a sus hijos.