El standupero Alex Fernández acudió este sábado al teatro del CCU de la BUAP, donde en punto de las 21:30 horas entretuvo a un eufórico público que quedó cautivado por su rutina de comedia.
Fernández, que hasta hace siete años era un godín cualquiera, no dudó en narrar su transformación de oficinista a standupero.
“Siempre digo estas dos palabras que me dijo mi jefa cuando le dije que iba a renunciar para convertirme en standupero: ¡No mames!”, exclamó ante un aforo que durante más de 60 minutos le aplaudió y se comprometió con su monólogo.
La escenografía del tour Ojalá se llene con el que llegó a la entidad fue sobria en comparación con las carcajadas que arrancó. Una docena de sillas iluminadas de par en par acompañaron al comediante.
Uno de los discursos más recurrentes de Alex Fernández fue el de las tiendas de ropa, con el cual, sacó a relucir las frustraciones de los compradores: desde escuchar que llaman a los trabajadores hasta el vendedor que no se despega de ti con tal de que le compres algo.
“No sé si alguien de aquí trabaje en el negocio de la ropa, no me lo tomen a mal, me gusta estar vestido, pero siento que me están complotando y que nos hacen sentir mal para comprar ropa. Antes estaba el maniquí fajadito, peinadito de honguito, y tu caminabas y decías: ¡claro! Yo soy ese pendejo. Ahora el maniquí te mugrosea para que te sientas mal”.
Alex bajó del escenario para convivir con el público e incluso hasta se subió a una de las butacas y pidió que lo asistieran.
- El standupero presentó esta rutina que está en cierre de temporada con entradas agotadas.