Silvia Pinal, reconocida primera actriz de México, falleció a los 93 años. Su vida es una de las más seguidas por los miembros del espectáculo, además de que su belleza cautivó a millones durante su larga trayectoria en donde se posicionó como una de las favoritas del público.
Su trayectoria estuvo rodeada de grandes reconocimientos, además de participar en algunas de las películas más recordadas del cine mexicano. Del lado personal, siempre estuvo rodeada de la polémica entre sus relaciones amorosas como por los caminos que han tomado sus hijas como nietos, quienes representan su principal legado.
La tarde de este miércoles la noticia fue confirmada por Televisa Univisión, la empresa donde realizó diversos programas, entre ellos Mujer, casos de la Vida Real.
RODEADA POR EL ESPECTÁCULO DESDE SU INFANCIA
Silvia Pinal Hidalgo nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora, es hija de María Luisa Hidalgo Aguilar, quien la tuvo a los 15 años, y Moisés Pasquel. Como lo había hecho su madre, abuela de Silvia de nombre Jovita, “Marilú” decidió criar a su hija sola, por lo que se mudó con su hermana que ya vivía de manera independiente.
Marilú trabajaba cerca de la XEW, en donde conoció a Moisés, además de formar por un tiempo de la compañía de danza Eva Pérez Cano. Posteriormente, volvió a encontrar el amor con Luis G. Pinal, quien reconoció a Silvia como su hija.
Él también tenía una vida rodeada del espectáculo al ser corresponsal de Hollywood, así como contador y político. Esto llevó a Silvia en vivir en distintas partes de México, pero, desde muy pequeña, comenzó a construir la ilusión de ser una artista.
Ya en la escuela participaba en actuaciones de cantó, baile, recitales y más. También, dentro de sus actividades favoritas se encontraba ir al cine como ir al teatro. Su gusto por las artes llevó a sus padres a permitirle estudiar ópera a los 11 años.
Junto a esto, pudo coincidir más con su padre biológico a causa de su abuelita Jovita. Debido a esto, comenzó a conocer más del espectáculo mientras crecía. Esto le trajo problemas después, ya que los rumores sobre las visitas de una bella joven a Moisés comenzaron a darse y su padre no había anunciado que tenía una hija ilegítima, por lo que volvieron a distanciarse.
Como muchos padres, pidieron a Silvia estudiar una carrera antes de dar el paso definitivo a ser actriz, por lo que ingresó a los estudios de taquimecanografía. Gracias a su participación en un concurso de belleza donde quedó en segundo lugar conoció a Rubén Rojo y Manolo Fábregas, con quien mantuvo una amistad.
Posteriormente, realizó estudios en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA), donde conoció a Rafael Banquells, con quien se casó la primera vez. Esto le abrió las puertas al espectáculo al participar en su compañía de teatro experimental, pero, fue su talento la que le dio permanencia.
SU EXITOSA CARRERA EN EL CINE Y TELEVISIÓN
Ya establecida en el espectáculo, Silvia Pinal estuvo presente en producciones que marcaron el inicio de sucesos en la televisión mexicana. Un ejemplo de esto en 1952 cuando protagonizó la primera telecomedia realizada en México de nombre “La telecomedia de Manolo Fábregas”. Posteriormente, vivió el primer desnudo accidental en la televisión cuando un tirante de su blusa se rompió durante la transmisión del programa “Fiesta musical Ford”.
Para 1953 firmó contrato con los estudios FILMEX, con quien tuvo sus primeros protagónicos. Su carera actoral despegó por la calidad de directores con los que participó entre ellos Emilio Fernández, Luis Buñuel, Tulio Demicheli, entre otros.
Dentro de sus cintas más recordadas se encuentran “Viridiana”, “El ángel exterminador”, “Un rincón cerca del cielo”, “Un extraño en la escalera”, “¡Viva el amor!”, “María Isabel”, “Simón del desierto” y más. Dentro de los reconocimientos que recibió están tres Premios Ariel a mejor actriz, así como dos Diosas de Plata por sus papales en “Los cuervos están de luto” y “Divinas palabras”.
EL LEGADO QUE MANTENDRÁN SUS HIJAS
Respecto a su vida personal, Silvia Pinal tuvo cuatro hijas, tres mujeres de nombre Sylvia Pasquel, Viridiana Alatriste, quien falleció a los 19 años, y Alejandra Guzmán, así como un hombre: Luis Enrique. Sus hijas se dedicaron al espectáculo, con Sylvia con una carrera actoral activa y Alejandra como una exponente del rock y el pop de la última época en México.
Se casó en cuatro ocasiones, primero con Rafael Banquells de 1947 a 1952, siguió su matrimonio con Gustavo Alatriste de 1961 a 1967. Uno de los más polémicos sucedió con Enrique Guzmán, con su uniendo manteniéndose de 1967 a 1976. Su cuarto matrimonio se dio con Tulio Hernández Gómez de 1982 a 1995.
Esta última relación le permitió ostentar el cargo de primera dama de Tlaxcala, al ser Tulio gobernador de la entidad de 1981 a 1987. En la política, Silvia Pinal también ocupó los cargos de Diputada del Congreso de la Unión de 1991 a 1994 y Senadora de 1998 al 2000.
Dentro de sus nietas y bisnietas, Stephanie Salas y Frida Sofia, hijas de Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán respectivamente, están involucradas en el espectáculo. Mismo caso de sus bisnietas Camila y Michelle Salas.