Sonido Constelación 82, uno de los más famosos en Puebla, festejará en los próximos meses una década de existencia. Su fundador, Juan Uriel Reyes Olivo, nacido en el año de 1982, en Santiago Coltzingo, perteneciente a Tlahuapan, platicó con El Sol de Puebla y compartió su historia.
“Desde que era muy pequeño nació mi amor por el sonido, yo veía que había sonidos como Sonido Máster y Sonido Latido, los que comenzaron a hacer el sonido aquí en Puebla y me entró la curiosidad de que algún día podía tener el mío. En 2012 comencé con el proyecto, empezamos a despegar, comenzamos a tocar en fiestas y la gente comenzó a recomendarnos, tuvimos eventos cada ocho días y después de dos años y medio empezamos a entrar a los carteles fuertes de Puebla”, relató sobre la fundación de su propio estilo musical.
Juan Uriel también platicó sobre el nombre de su proyecto: “Constelación es un conjunto de estrellas que viajan entre sí bajo la dirección de una estrella líder, eso lo tratamos de pasar a nuestro equipo, porque somos un grupo comprometido bajo una misma dirección”, y también dijo que agregó el número 82 por el año de su nacimiento.
El fundador compartió que al inicio los compañeros dentro de la industria comenzaron con “envidias”, pero, asegura, fue el gusto de la gente que los empezó a posicionar en eventos más grandes: “Estamos asombrados porque entramos en el gusto del público, al principio no entramos en el gusto de los compañeros porque como que siempre es así, en los bailes nos decían que nuestra música era fea, pero a la gente le gustaba y es lo que nos motivó a seguir adelante”.
Fue el fundador de “Los Deakino” quien les puso su actual eslogan: “Cuando empezamos a pegar nos pusieron “La revelación del sur de Puebla” y de ahí comenzamos a seleccionar nuestra música y en una plática que tuvimos con César Deaquino nos dijo que nos gustaba pura cumbia de alto nivel y ese es el sello que nos distingue en toda la república mexicana
es nuestro eslogan”.
Juan platicó que estudian cada una de las canciones que suenan con él: “Tratamos de estudiar la canción y analizarla para poderla transmitir al público, para ver qué palabras decir, las frases con las que captemos la atención de las personas, somos el animador de la música”.
10 AÑOS DE EXISTENCIA
Uriel terminó sus estudios hasta la secundaria, pero se continuó preparando para su sonido con cursos auditivos y de diseño gráfico y gracias al esfuerzo que ha realizado cumplirá estos primeros diez años.
“Estamos muy felices por estos primeros diez, nos motiva ver que la gente baila con nuestra música, vamos a los eventos y le echamos muchas ganas, nos gusta ver cómo llegan a los shows con playeras de Constelación 82, gorras, y cómo viajan por vernos, nos cuentan que gastan mucho en taxis para trasladarse y vernos, da placer ver lo que hemos construido”, relató el poblano.
Juan Uriel, que conformó un equipo de diez personas que se involucran en cada baile, desde el chofer y hasta la gente de staff, compartió cuáles son los lugares donde Constelación 82 es mejor aceptado: “Nos presentamos en diferentes lugares, pero en Toluca nos aprecian mucho, hay una gran conexión con la gente, se vive un ambiente muy padre, parece que somos familia, así como Tlaxcala, Morelos y por supuesto Puebla”.
NO BUSCAN AFECTAR A LAS PERSONAS CON LOS SONIDOS
Sobre la gente que se queja del ruido, Juan Uriel comentó: “La idea es ver la manera de trabajar, no queremos ser el equipo de choque, yo estudié un curso de audio y sé muy bien que los decibeles pueden dejar sorda a una persona y es algo irreversible. Estamos trabajando para no afectar a la gente, si nos dicen que les molestan las bocinas las quitaremos, al final de cuentas las personas van a bailar y no a hacer ruido, no queremos buscarles pretextos a las afectaciones”.
Asimismo, dijo que no todo es violencia en los bailes sonideros como muchos piensan e invitó a las personas a que acudan a un evento de este tipo: “En todos lados existe lo bueno y malo, a veces uno cuando está de malas hasta en salones bonitos se arman los problemas, pero en los sonideros luego ni hay personas que toman, no hay violencia. Los invitamos a que acudan a un evento porque son solo bailes y le dan de comer a muchas personas”.