Verónica Flores, originaria de Guanajuato, por tercera ocasióndeleita la pupila de los caballeros al aparecer nuevamente en laportada de la revista Play Boy.
La originaria de Guanajuato, compartió en entrevista con El Solde Puebla su sentir ante la sexy y provocativa sesión fotográficaen la que participó: “estoy súper contenta, no tengo palabraspara expresar toda la emoción que esto me hizo sentir”.
La temática de esta edición hizo referencia al cuento de hadas“Caperucita roja”, en la que, a diferencia de la historiaoriginal, ella provoca y seduce al lobo feroz con sus sensualescurvas.
Aunque Verónica disfrutó de toda la sesión, reconoció que enespecial hay dos fotografías que le fascinaron: “mi favorita escuando inicia el texto. Le comentaba a mi familia que esa poserevela mi lado tierno e inocente, de alguna manera refleja partede mi esencia.
Otra de mis favoritas es la que aparece antes del póster, ahímuestro mi otra faceta”, ríe con timidez y continúa: “ahísaco mi lado sexy y atrevido, aunque también me ha dado cuenta quees una foto soñadora, porque tengo la vista al cielo; son comolos dos lados de mi persona”.
Entre carcajadas declaró sin tapujos que prefiere que loshombres sean como un lobo feroz y no como el leñador, pues de estamanera las emociones son más intensas.
ALEJADA DE LA FAMILIA
Ser la chica sexy y atrevida de la familia no siempre resultadel todo cómodo, confesó, que tras despojarse de la ropa para serla imagen de Playboy, algunos integrantes de su familiase molestaron, tanto que se distanciaron de ella: “hubo algunosintegrantes de mi familia que se alejaron de mí porque no creenque haya sido lo correcto. Yo decidí tomar esta decisión y esalgo de lo que no me arrepiento, de hecho, me siento muy felizporque es algo que me ha posicionado en la carrera del modelaje yestoy contenta”.
Al preguntarle si su papá había sido el que se opuso,comentó: “no, no, mi papá sigue conmigo en la vida y en lamuerte. Yo a mi padre lo adoro y es lo más sagrado que tengo, peromi mamá y mi hermano sí decidieron tomar otro camino. Esperemosque el tiempo sane las heridas que todo esto pudo haber causado.Confío en los tiempos de Dios y sé que son perfectos”.