Las imágenes religiosas más veneradas en Puebla volvieron a recorrer las calles del Centro Histórico durante la procesión del Viernes Santo que, tras dos años de pandemia, se retomó con distintos protocolos de seguridad y una participación de 100 mil personas, cifra oficial proporcionada por la comisión organizadora.
Entre vivas y aplausos, cientos de fieles esperaron la llegada de las imágenes a la Catedral de Puebla y, a diferencia del pasado, en esta ocasión solo las cofradías pudieron ingresar al atrio, mientras que el público aguardó en calles aledañas del templo, para evitar aglomeraciones.
La anterior fue tan solo una de las medidas aplicadas para prevenir contagios de la Covid-19, a las que se sumó el uso obligatorio de cubrebocas y la aplicación de pruebas rápidas, de manera aleatoria, a quienes se reunieron en los templos para acompañar a procesionar a las imágenes.
A pesar de la pandemia, la devoción fue la misma, pues no importó que las autoridades recomendaran a los adultos mayores y otros grupos vulnerables seguir el evento desde casa, muchos de ellos seguían a la imagen de su devoción o al menos buscaron el mejor lugar para verla pasar por un momento.
Al medio día y una vez reunidas todas las imágenes en Catedral, el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, realizó la primera de las tres reflexiones que caracterizan a esta procesión y pidió asumir con responsabilidad esta fase de la pandemia, para así cuidar de la salud y la vida.
El principal llamado que hizo fue a que la ciudadanía aproveche la última jornada de vacunación contra la Covid-19, que se realizará del 18 al 30 de abril en Puebla, a fin de prevenir contagios. “Estamos en los últimos días de vacunación, tenemos que acudir como nos lo indican nuestras autoridades de salud, para seguir luchando contra esta terrible enfermedad que por dos años no nos dejó procesionar”.
Agregó que para la iglesia la vida es sagrada y por eso promueve su cuidado desde la concepción, motivo por el que es importante no bajar la guardia contra la Covid-19 y seguir cuidando de la salud, para de esta manera también cuidar de los demás.
También pidió a quienes participaron en la edición número 30 de la procesión que aprovecharan el recorrido de las imágenes para hacer oración y pedir por la paz en el mundo, por quienes sufren a causa de los desplazamientos provocados por la guerra en Ucrania y para que cese la violencia e inseguridad en nuestro país.
El Arzobispo fue acompañado por el Gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta; el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso Local, Sergio Salomón Cespedes Peregrina; el rector de la UPAEP, Emilio Baños Ardavín y los integrantes de la Comisión Organizadora para procesionar detrás de la imagen del Santo Niño Doctor, de Tepeaca.
Los fieles pudieron saludarlos y luego vieron el paso de las imágenes de la Virgen de la Soledad, Jesús Nazareno de las Tres Caídas, del Templo del Carmen; Jesús de la Misericordia, la Virgen de los Dolores, Jesús Nazareno, del templo de San José y el Señor de las Maravillas, del templo de Santa Mónica.
El contingente avanzó hasta llegar a un costado de la Villita, en la 11 Sur y Avenida Reforma, en donde Sánchez Espinosa realizó la segunda reflexión, en la que pidió meditar sobre el amor de Cristo, que para salvar a la humanidad se hizo semejante a los hombres y se humilló a sí mismo para obedecer a Dios y morir en la cruz.
En el recorrido para retornar a la Catedral, la comisión organizadora decidió, de último momento, que el público pudiera integrarse a los contingentes de fieles que seguían a las imágenes, debido a que la cantidad de gente era menor sobre la Avenida Reforma.
El cansancio se hacía evidente entre los porteadores e integrantes de las cofradías que para ese momento habían soportado más de tres horas bajo el sol, sin embargo, esto no les impidió concluir la procesión en el atrio del templo más importante de Puebla.
En inmediaciones de la Catedral, los servicios de emergencia atendieron a dos personas que se desmayaron debido al intenso sol y estos fueron los únicos incidentes reportados durante el recorrido.
El arzobispo de Puebla concluyó la actividad agradeciendo la participación de las cofradías, autoridades, organizadores y de la ciudadanía que, tras dos años de pandemia, acudió a manifestar su fe.