Los productos importados desde China, la propaganda a través de redes sociales y la avaricia de los políticos amenazan las ganancias de las empresas poblanas dedicadas a la fabricación de lonas y suvenires con los que atraer el voto. Aun así, las ventas del sector de Artes Gráficas incrementan alrededor de un 20 por ciento durante la campaña electoral.

“A pesar de que no es su dinero, quieren más barato”. Agustín Rosales, el encargado de AGDI Publicidad, un pequeño local dedicado a la impresión de propaganda en el Centro Histórico de Puebla, resume así el regateo que partidos políticos realizan para la adquisición de folletos, plumas, gorras o playeras que repartir en sus mítines.

La búsqueda de precios cada vez más bajos ha provocado, explicó, que los márgenes de ganancias durante las campañas electorales para las empresas del sector de Artes Gráficas se hayan reducido de un 70 a un 20 por ciento en los últimos años. “Yo creo que a lo mejor es que buscan mucho más barato y no ven que todo va subiendo, nosotros no podemos seguir dando igual de barato como en años pasados”, advierte. “La verdad es muy poco lo que se ha producido en comparación con otros años, pero sí nos ayuda un poco”.

El presidente en Puebla del sector Artes Gráficas de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Gonzalo David Juárez Ríos, estima que los ingresos para estos establecimientos -15 afiliados a la cámara pero alrededor de mil en todo el estado- sí pueden subir un 20 por ciento durante la campaña electoral.

Este porcentaje quizá pueda aumentar este año, aventuró, al armonizarse en un mismo lapso los comicios municipales, estatales y presidenciales, además de las elecciones legislativas. “No solamente trabajamos para clientes locales, sino que también llegamos a clientes de otros estados”, añade.

“YA REALMENTE GANAS DE VOTAR NO TE QUEDAN”

Playeras, bolsas, plumas o gorras eran serigrafiados por miles años atrás en Ideas Promocionales, uno de los negocios del sector Artes Gráficas con más antigüedad de la calle 2 Sur, en pleno Centro Histórico de Puebla. Ahora sólo llegan los candidatos de pequeños distritos o municipios. ¿La razón? La mayoría encuentra mejor precio en la importación desde China de productos ya estampados con la leyenda de cada partido político o aspirante.

“Resulta que ahora poca gente –compra- porque ya todo viene hecho de China”, lamenta la dueña del local, María Teresa Reta Ayala. “Es mucho más barato y no puedo competir. O sea, que los políticos nos están dando en la torre a la gente que de nosotros comen (…). Ya realmente ganas de votar no te quedan”.

La importación de productos asiáticos resta, calcula el representante en el estado de la Canacintra, alrededor de un “10 por ciento” de ganancias al sector de Artes Gráficas. “Sin embargo, nuestra capacidad de innovación, de creatividad, es más”, argumenta.

Esta creatividad es precisamente la que explota Carlos Díaz, propietario del negocio GCA Plotter, para buscar nuevos clientes. Convertirse en experto al “100 por ciento” de relaciones públicas es fundamental, aconseja, para conseguir los recursos de partidos políticos destinados a propaganda. “Todo está controlado por tres personas, aquí no llega un candidato o llega alguien porque todo está en contrato”, protesta.

El precio, apunta a Mary Durán, propietaria del local Playeras Dylan, también influye en esta competencia por llevarse los contratos. “Casi la mayoría competimos por centavos, porque como se manejan volúmenes de mil piezas, cinco mil o 10 mil… ni el peso ni los 50 centavos nos sacamos”, asegura.

El futuro para estas empresas tampoco parece muy halagüeño. La incursión de las redes sociales en la propaganda política ha restado, considera Ariadna, encargada de la empresa Multicopias, protagonismo al papel. “Sí nos está afectando un poquito, no se está vendiendo como antes”, explica.