La familia Zepeda López estaba ilusionada con la graduación de su hijo mayor quien, antes de la contingencia, estudiaba el tercer año de secundaria, sin embargo, esta situación provocó que el padre de familia se quedara sin empleo, situación que mermó las ilusiones de su hijo, ya que, ante las necesidades diarias que ve en su hogar, asegura que dejará la escuela para dedicarse a trabajar y de esta manera obtener un ingreso para ayudar a sus padres.
En una humilde casa ubicada en San Miguel Espejo la familia no pierde la esperanza en que su hijo -al que llamaremos Luis- pueda culminar sus estudios para incorporarse a la preparatoria y continuar con sus sueños de ser músico, pues la guitarra, se ha convertido en su fiel acompañante de la cual, saca algunas notas musicales que en un futuro anhela dedicárselas a la Virgen de Guadalupe.
Luis, junto con sus dos hermanos, escuchan el cacareo de las gallinas y el chillido de los marranos al tiempo que tratan de concentrarse en la lectura de sus libros de texto, los cuales, son las únicas herramientas de estudio a las que tienen acceso.
Internet, televisión y plataformas digitales, son palabras que no entran en su día a día, y aunque sus padres quieren ayudarlos en su educación, no siempre les es posible porque tienen que cuidara sus animalitos que esperan vender pronto para obtener un “dinerito”.
El jefe de familia estaba trabajando, pero a causa de la contingencia sanitaria, decidieron suspenderlo, obviamente, sin paga adelantada. El papá de Luis, tenía un ahorro que pensaba dedicar para la construcción de un “cuartito”, pero durante estas semanas que no tendrá ingresos, dedicará sus ahorros para hacer frente a los gastos de esta contingencia.
Los tres hermanos, sentados alrededor de una mesa de madera, escuchan el sonido de sus animalitos y el de los vecinos, quienes viven en las mismas condiciones que ellos: casas humildes, pisos de tierra y techos de láminas.
Mientras los hermanos pequeños leen y tratan de responder a su manera los ejercicios de los libros, Luis, de manera autodidacta, continúa con la guitarra tratando de perfeccionar su técnica para cumplir su sueño de estar en la Basílica y cantarle de frente a la morenita del Tepeyac.
Su prioridad inmediata es ayudar a sus padres, mientras tanto los estudios, tendrán que esperar.