Abarata la pandemia negocio de ladrillos

Familias optan por otras actividades por falta de compradores de sus materiales

Claudia Hernández | El Sol de Puebla

  · domingo 20 de diciembre de 2020

Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

El cese de actividades en el sector de la construcción derivado de la emergencia sanitaria por Covid-19, la falta de interés al arduo valor que implica este trabajo y con ello, la necesidad por continuar buscando maneras de llevar el sustento a casa, han sido algunas de las razones por las que fabricantes de ladrillos de la comunidad de San Cristóbal Tepontla en San Pedro Cholula, Puebla, han optado por dejar este oficio milenario.

Durante un recorrido por la comunidad, el equipo de El Sol de Puebla se encontró con Leticia Tochihuitl, una madre de familia que en compañía de su hermana Lucila, se dedican todos los días a la elaboración de tabiques desde hace 10 años, cuando sus padres les mostraron los pasos para su elaboración.

Tochihuitl detalló que la pandemia derivó en una reducción considerable en la cantidad de ladrillos que normalmente realizan, pues antes de ella, alcanzaban a producir hasta 40 millares y ahora sólo tuvieron que producir poco más de la mitad ante el riesgo inminente de rezago y las pérdidas monetarias.

El nacimiento, bajo la estrella de Belén. | Gráfico: Gerd Altmann | Pixabay

“Le bajamos a la producción porque se vende poco y hay muchísimo ladrillo. Cuando ya hay mucho ladrillo le tenemos que bajar el precio”, dijo.

En cuanto a las estrategias que ya implementan para lograr subir sus ventas en el próximo año, Leticia enfatizó el gran empeño que han puesto su trabajo para sacar mejores ladrillos, mientras que, al momento de hornearlos, colocan cisco en la parte superior para obtener menos tabiques blancos y poder ofrecer lo mejor.

“Nosotras tratamos de hacer lo mejor que se puede nuestro ladrillo para que aumenten las ventas. En nuestro horno le ponemos arriba cisco para que no haya tanto producto blanco y se pueda vender al precio normal”, emitió.

En esta misma intervención, recordó que en años anteriores el mes donde más ventas se registraban era en agosto, pero durante 2020 esto jamás ocurrió, no obstante, destacó que el número de personas en busca de empleo en las ladrilleras aumentó debido a los múltiples recortes de personal en las empresas.

“Se vino el desempleo y muchos quisieron venir a cortar ladrillo, vimos que a nosotros nos venían a decir, incluso ahora vienen, pero nosotros no nos conviene dar trabajo cuando apenas y nos sale para nosotros”, compartió.

En este sentido, aseguró que eran mínimas las ganancias de una producción, ya que, aunque ellas “cortaban el tabique”, debían pagar a quien tiene la maquinaria necesaria para revolver el barro, la tierra gruesa y la tierra amarilla, así como por el encendido del horno, mismo que debe estar completamente lleno para no “perder”.

Por su parte, Orlando Tepox y su familia, quienes llevan varios años en el oficio, pero poco en su propio negocio, expresaron que la compra de ladrillos se ha visto dañada por los que optan por el uso de blocks para acabar más rápido una construcción, sin embargo, acentuó que este material también tenía desventajas.

Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Orlando destacó que ha sido este trabajo el que los ha ayudado a sobreponerse actualmente, pues el ámbito musical, al que se dedican principalmente desde hace tiempo, se vio afectado por la cancelación de los eventos.

Cabe resaltar que, de acuerdo a la administración anterior, liderada por Juventino Pérez, en la comunidad sólo 30 ladrilleras continuaban funcionando, debido a las pocas ganancias, la elaboración de pirotecnia y la escasez de la materia prima.

A dos años de estas declaraciones y en medio de la crisis sanitaria por Covid-19, el trabajo se resiste a desaparecer, pues durante el recorrido se pudieron observar a niños y jóvenes produciendo ladrillos en compañía de sus padres para poder apoyar al gasto familiar.

“Para trabajar en esto hay que invertir, se necesita una buena inversión. Ir a trabajar como vigilantes o jardineros a las zonas residenciales sólo es cuestión de tiempo. Aquí en Tepontla ya son muy pocos hornos, casi aquí hay más música y cuetes”, expuso.

TRABAJO ARDUO NO PERMITE CUBREBOCAS

Las largas horas bajo el sol y el constante uso de la tierra, impide a los ladrilleros portar mascarilla o lavarse de manera constante las manos, pues lejos de ayudar los perjudica y ralentiza sus procesos.

Así lo manifestó Leticia, tras mencionar que, a pesar de las indicaciones de las autoridades de salud, su oficio no les permite llevarlas a cabo.

“El oficio no nos permite tomar medidas, en la radio dicen que hay que lavarnos continuamente las manos, pero realmente es imposible tomar las medidas. El cubrebocas nos afecta, vamos con el sol, con el polvo y cuando nos quitamos el cubrebocas ya vamos con toda la tierra acumulada”, declaró.