Ni la madre ni el padrastro del niño Othoniel de 4 años son investigados por su muerte, esto a pesar de que fueron las últimas personas que lo vieron con vida y que previamente fueron denunciados por presunta violencia familiar. El menor fue incinerado a las pocas horas de haber fallecido y las autoridades argumentan que fue causa natural, aunque su abuela Araceli Ramírez Valerdi no cree esta versión de los hechos.
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El Sol de Puebla dio a conocer la lucha legal que esta abuela emprendió para tener la custodia del niño y de su hermana Greta, ya que las infancias aseguraron que su madre Ivone N., y su padrastro Antoni N., les pegaban, mordían y hablaban con groserías. Sin embargo, “todas las autoridades le dieron la espalda”, argumentando que los menores estaban con su madre, que no corrían peligro y que los golpes eran parte de la educación que “merecían”.
Pese a todo el esfuerzo legal que hizo esta mujer para tener en su custodia a los menores, el pasado 28 de abril, recibió un mensaje anónimo, en donde le dijeron que Othoniel había muerto. Habló al 911 y pidió que fueran patrullas al negocio en donde se suponía que trabajaba su hija y su pareja, pero nadie los conocía. Ese mismo día en la noche, Ivonne confirmó a través de Tik Tok la muerte de Othoniel.
Desde ese momento, la abuela ha acudido a diversos medios de comunicación y por redes sociales ha exigido justicia para su nieto, sin embargo, las autoridades sólo le han dicho que siguen investigando y que no pueden acusarlos por la muerte. El argumento más sólido que tiene esta pareja para no ser indagados por la muerte, es que el Ayuntamiento de Ajalpan los respaldó y uno de los primos del padrastro, que es trabajador del municipio, fue quien firmó el acta de defunción.
El padrastro de los niños tiene familiares que trabajan en la administración municipal y la abuela cree que gracias a esas conexiones, pudieron tener el acta de defunción sin que antes se investigara la muerte de Othoniel y cremaron al niño lo antes posible para evitar que fueran acusados de algún delito.
La otra esperanza que tenía la abuela para que se hiciera justicia era la hermanita de Othoniel, la niña Greta, quien sigue en tutela de su madre y padrastro, sin embargo, en las últimas reuniones, la menor ha dicho que su abuela es mala, que le pegaba y que no la quiere volver a ver, cuando hace unas semanas, lloraba para que no se la llevaran lejos de ella.
Desde su óptica, la niña está siendo manipulada par que diga cosas malas acerca de la abuela, pero ella tiene miedo que se repita la misma historia y que Greta, al igual que Othoniel, muera por la negligencia, así como omisión de las autoridades. “Yo sólo quiero que hagan su trabajo, que no se repita lo que pasó con Otho y que se haga justicia, que investiguen lo que de verdad pasó”, concluyó.
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