Pobladores de San Antonio Mihuacan, que es una comunidad del municipio de Coronango, ayer protestaron en el Centro de Salud para denunciar malos tratos, que aseguran tener del personal médico y administrativo.
También ventilaron el mal servicio que ofrece el sitio, donde además son comunes otras deficiencias como la falta de medicinas, el raquítico horario de atención y de fichas para consultas médicas, así como un aparente escenario de falta de sensibilidad para apoyar a las personas de la tercera edad y darles una prestación digna.
Cansados por esta y otras situaciones, en su mayoría jefas de familia se concentraron la mañana de ayer para pedir el apoyo de las autoridades municipales, pues también algunas de las quejosas, principalmente beneficiadas con el programa asistencial Próspera, indicaron que cuando llegan a faltar a una consulta o las citas de revisión, son condicionadas por el personal del sitio médico para llevar hojas, cooperar para la compra de mobiliario, comprar calculadoras y otros accesorios de oficina y papelería, a cambio de que puedan justificarles sus faltas.
“Tenemos inconformidad por el mal servicio que nos dan por parte del personal, porque mi mamá, una persona de 84 años vino a consulta el otro día y hacía frío, quiso entrar para protegerse pero la doctora (Pilar) la sacó tres veces y como mi mamá insistía, que se enoja la médico y le dijo que ya no la iba a consultar y hasta que se le dio la gana la consultó y pues eso es siempre, y pues pedimos el cambio del personal y atención para los mayores”, asentó una de las quejosas.
Otras habitantes que se unieron a la queja de la fémina, también intervinieron para decir que los medicamentos faltan mucho, “queremos un cambio, hay muchas anomalías porque hay maltrato, ya no es vida, porque hasta la señora que hace el aseo se enoja”, externó otra inconforme.
Otras pobladores, al igual revelaron que el personal de la clínica les pide llevar importantes cantidad de materiales para que les justifiquen las ausencias a las revisiones de rigor obligadas por el programa Prospera, porque “a todas las beneficiarias nos piden cooperaciones”.
“Ya no es vida, y queremos que esto lo sepa el gobierno, para que sepa qué clase de centro de salud tenemos en Coronango y queremos atención y no que la doctora Pilar se sienta dueña del lugar y de las fichas de atención porque solo dan diez, pero luego de esas sólo atienden a cinco personas y al resto, las regresan”, concluyeron.
Se debe comentar que hasta el lugar arribaron autoridades de la Secretaría de Salud y del Ayuntamiento de Coronango para tratar de solucionar el conflicto.