A 28 años de haber recibido un transplante de riñón, Adriana Álvarez considera que tuvo una nueva oportunidad de vida, por lo que exhortó a la población a cuidar su salud para evitar afectaciones a este órgano y, de ser posible, a que se conviertan en donadores para beneficiar a quien padece enfermedad renal.
En el marco del Día Mundial del Riñón, conmemorado este 14 de marzo, Adriana compartió que tenía seis años cuando comenzó a enfermar sin que los médicos acertaran en el diagnóstico y tratamiento para ella, hasta que finalmente le fue detectada enfermedad renal crónica.
“Un año estuve con diálisis, estaba muy niña, no sabía qué pasaba con mi enfermedad, me generaba incertidumbre pensar si iba a encontrar un riñón y qué iba a pasar con mi enfermedad porque en ese tiempo había muy poca información”, narró.
La mujer expuso que afortunadamente su madre pudo donarle el riñón que necesitaba para seguir viviendo y tras recibir el trasplante con éxito pudo desarrollarse plenamente, concluyó sus estudios de nivel superior, emprendió un negocio y actualmente dedica parte de su tiempo a apoyar a la Asociación de Enfermos Renales, para ayudar a personas que, como ella, padecieron o padecen la enfermedad.
Expuso que aunque lleva una vida normal, sigue cierto tratamiento médico y lleva un estilo de vida saludable, mismo que consideró, debería ser adoptado por la población para prevenir que continúe creciendo la cifra de personas que llegan a requerir tratamientos como la diálisis, la hemodiálisis o el trasplante.
Faltan unidades médicas y tratamientos
La suficiencia de unidades médicas para realizar tratamientos de diálisis y hemodiálisis, reforzar la cultura de la donación de órganos y de la prevención de enfermedad renal son los principales retos que tiene el sector salud ante este padecimiento que afecta a unos 25 mil poblanos, consideró Beatriz Adriana Rodríguez Bernal, presidenta de la Asociación de Enfermos Renales en Puebla.
Rodríguez expuso que aunque recientemente se construyeron unidades médicas para prestar los tratamientos de diálisis y hemodiálisis en la zona metropolitana, la cobertura sigue siendo baja en comparación con la demanda, ya que a través de los servicios de salud del Estado sólo se logra atender a unos 180 pacientes.
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Señaló que actualmente las unidades de hemodiálisis funcionan en el Hospital General del Norte, el del Sur y el del Niño Poblano, sin embargo ya no se concretó la construcción de otras en el interior del estado y todavía no se logra ampliar la atención estableciendo un tercer turno.
“Hay más gente que está necesitando de hemodiálisis y desafortunadamente el gobierno no cuenta con recursos para solventar el pago de los tratamientos”, dijo al tiempo de indicar que cada sesión llega a tener un costo aproximado de mil 600 pesos y hay quienes requieren de tres por semana.
Por último, indicó que otro pendiente importante tiene que ver con la prevención de esta enfermedad, dado que en los servicios de salud pública no hay campañas de detección oportuna de enfermedad renal, lo que provoca diagnósticos tardíos y que más gente requiera de tratamientos sustitutivos.
