La suspensión del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) puede generar incertidumbre económica para el país, advirtieron Anselmo Sánchez Capó, economista y catedrático de la UPAEP, y el especialista en Ciencias Políticas de la Universidad Iberoamericana Puebla (Ibero Puebla), Juan Luis Hernández Avendaño.
En entrevistas por separado, los especialistas consideraron que la depreciación del peso frente al dólar y la caída de 4.2 por ciento de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no son los primeros ni los únicos efectos que tendrá la decisión de cancelar esta obra y hacer dos pistas en la Base Aérea Militar (B.A.M.) Santa Lucía, sino que en los próximos días podrían ser mayores.
Y es que a decir de Sánchez Capó tal determinación generará desconfianza en empresarios para invertir en México, al grado de que incluso duden en hacerlo en el futuro: “porque, ¿quién va a querer hacer negocios ante decisiones que no respetan entornos de compromiso?”, cuestionó.
Pero más que lo anterior, alertó, esta decisión podría provocar pérdidas a las finanzas públicas, puesto que las indemnizaciones y penalizaciones que tengan que pagarse por la cancelación de contratos es posible que tengan que cubrirse con recursos públicos, más de 100 mil millones de pesos, según dio a conocer el secretario federal de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, e invertir más aún en la nueva obra.
“Podría generar un boquete financiero porque ese dinero, en lugar de usarlo para terminar el proyecto, ese dinero se lo vamos a tener que pagar o va a estar detenido y aparte se tiene que sacar el proyecto de Santa Lucía, que no sabemos ni siquiera cuánto nos va a costar”, completó.
Y en caso de que el Gobierno Federal no cumpla con tales obligaciones, añadió, podría generar más efectos negativos para la economía nacional, como la depreciación del peso, pues subrayó que tales disposiciones están hechas para garantizar las inversiones de los empresarios.
Por su parte, Hernández Avendaño también estimó que los efectos económicos de ayer no son los únicos, aunque él confió en que a medida de que pase el tiempo -y de acuerdo con las propuestas del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, como que sean las mismas empresas a las que se les cancelará la obra del NAICM las que se encarguen de la construcción de las dos pistas en la B.A.M. Santa Lucía- se amortice, por ejemplo, la depreciación del peso.
Además, consideró positivo que el Gobierno Federal haga más estricta la relación con los empresarios, pues mientras que en los regímenes priistas y panistas se daban concesiones que dejaban en desventaja a los mexicanos, López Obrador está advirtiendo a los empresarios que deben también dar beneficios a los ciudadanos, “debe ser un proceso gana-gana”, subrayó.
MEJOR SUELO EN SANTA LUCÍA: ESPECIALISTA
Por su parte, Jerónimo Chavarría Martínez, profesor e investigador del Instituto de Investigación en Medio Ambiente de la Ibero Puebla, consideró conveniente la ampliación de la B.A.M. Santa Lucía, pues calificó el suelo en esa zona, según estudios realizados en áreas cercanas, como más conveniente para la operación de un aeropuerto.
Según el especialista, el suelo de Santa Lucía es uno más firme, mientras que el de Texcoco es de sedimentos lacustres y un tipo de arcilla que suele “encogerse” al secar, “por eso los hundimientos que ya presenta”, concluyó.