Hasta un año podría extenderse el cierre a la circulación en la autopista Acatzingo-Ciudad Mendoza, en donde se mantienen los trabajos después de un derrumbe ocurrido en el mes de octubre a causa de las fuertes lluvias en la zona.
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Enrique Rustrián Villanueva, delegado nacional de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), dejó entrever que las operaciones para reabrir el camino en el kilómetro 230 de la autopista podrían alargarse a causa de la falta de presupuesto.
Lo que me imagino es que no hay presupuesto de este año para hacer la obra, los presupuestos sacados ya tuvieron que ser ejecutados y lo más seguro es que el gasto de Capufe ya se acabó y no tiene capital para un imprevisto como este explicó.
Sus declaraciones se dieron al ser cuestionado sobre posibles soluciones para el restablecimiento de la circulación, al considerarse la opción de construir un túnel, pero la falta de presupuesto y algunas consideraciones técnicas harían imposible de momento el proyecto.
De igual forma, señaló que lo más recomendado en que se realice un muro de contención en el kilómetro 230 en el punto del derrumbe. En cuanto al túnel, este cruzaría los cerros entre Magueyes, en Veracruz, hacia San José Cuyachapa.
Avance en la zona es de apenas 30 por ciento
Por su parte, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) federal informó el pasado 27 de noviembre que solo se ha retirado el 30 por ciento del volumen estimado del derrumbe en este tramo carretero.
En un comunicado, la dependencia destacó que esto equivale a 60 mil metros cúbicos aproximadamente, con la meta de llegar a los 85 mil metros cúbicos en los próximos días.
El organismo no quiso dar una fecha estimada para la posible apertura total de la circulación, pero describió las etapas en la que trabajará:
- Primera etapa en donde buscará abrir un camino provisional.
- Segunda etapa donde se atenderán los escurrimientos pluviales, además de la contención de material y la cara expuesta del cerro.
También, destacó que se han efectuado estudios y sondeos, con perforaciones a 25 y 35 metros para permitir la apertura de dos carriles.
En el lugar labora casi medio centenar de personas, en horarios de 6 de la mañana a 8 de la noche, dependiendo de las condiciones de visibilidad y neblina. Es importante considerar que sólo hay un camino de acceso. Se utilizan seis retroexcavadoras; cuatro más (dos con pica y dos con bote); dos bulldozers; 16 cajas (camiones) de 14 metros cúbicos; un camión articulado de 40 toneladas, así como herramienta y equipo menor destacó la SICT.
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Las autoridades recordaron que fue el pasado 25 de octubre cuando se registró el desplazamiento del cerro al arrojar material con un volumen de al menos 150 mil metros cúbicos que cubrieron los dos carriles de circulación. Por ello, el incidente fue declarado como emergencia técnica.
Con información de: Gabriel Lagos / El Sol de Orizaba