Las enfermedades respiratorias que padecen los menores en Puebla están relacionadas con la mala calidad del aire, una vez que el estado forma parte de la Megalópolis y la región tiene alta concentración de partículas contaminantes.
Así lo plantea el Diagnóstico de calidad del aire y el derecho de niñas, niños y adolescentes al aire limpio que realizaron Greenpeace y la Red Por los Derechos de la Infancia en México (Redim), donde se señala que la mala calidad del aire genera infecciones respiratorias agudas y enfermedades como asma.
El estudio pone énfasis en los estados que conforman la Megalópolis, que por sus condiciones socio geográficas cuenta mayor concentración de partículas contaminantes, en esta región se encuentran Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Querétaro, Tlaxcala y Puebla, que se considera también una de las zonas más contaminadas.
Una de las principales medidas que se han adoptado en los estados con mala calidad del aire es el control del parque vehicular, apunta el estudio, en este sentido, Puebla cuenta con un millón 293 mil 280 automotores, es el tercero más grande después de la Ciudad de México y el Estado de México.
La publicación realizada en 2018, explica que las muertes por infección aguda grave prevalecen en los estados que conforman la Megalópolis y Puebla ocupa el segundo lugar con más defunciones de menores de 18 años a causa de esta enfermedad, con un total de 181 decesos.
Asimismo, resalta que del total de pacientes que acuden a hospitales por infecciones respiratorias agudas, los poblanos permanecen en promedio 6.1 días internados, mientras que los de Ciudad de México un promedio de 5.6 días.
“Tabasco es, por mucho, la entidad con los promedios más altos de días de hospital por IRA (infección respiratoria aguda), aunque entidades como Ciudad de México, Puebla, Querétaro y Chiapas se mantienen en los primeros lugares”, resalta el diagnóstico.
Finalmente, el estudio precisa que en los informes de la calidad del aire, se registran fallas como la falta de operación de las estaciones, así como la entrega de información tardía o con datos inconsistentes o sin validar, por lo que se necesita un sistema más sólido de monitoreo.