El zumbido que emana de las torres de alta tensión pasa desapercibido entre vecinos de seis diferentes colonias de la capital poblana que tienen sus viviendas a escasos metros de este tipo de estructuras, pese al peligro de presentarse una descarga eléctrica por el desprendimiento de un cable, factores climatológicos o por el contacto con un metal o varilla.
Aceptan vivir con cierto miedo y crece más en temporada de lluvias, temen que un rayo pueda ocasionar un corto circuito ocasionando se vaya la luz o genere un incendio. Se dicen afortunados porque ninguna tragedia ha ocurrido hasta el momento. De acuerdo a lo establecido con la normatividad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), 30 metros a la redonda debe existir entre una torre de alta tensión y cualquier tipo de construcción.
Las imponentes torres de electricidad, principalmente al noreste de la ciudad en la zona correspondiente a la junta auxiliar de La Resurrección, se han ido rodeando de viviendas al paso de las décadas pese a la prohibición de la normatividad federal. Así puede observarse en colonias como Bosques de Santa Anita, Cerro de Marquéz, 8 de Diciembre, Nochebuena, Unidad San Ángel y Galaxia Bosques de Manzanilla, donde las personas han aprendido a convivir con este tipo de estructuras..
Vecinos y amas de casa entrevistados por El Sol de Puebla, justifican que nadie les dijo que no podían construir, por lo que sigue la consolidación de viviendas como pasa en la privada 108 B Oriente, perteneciente a Bosques de Santa Anita, donde han sido levantados tres castillos.
Curiosamente, a escasos ocho metros está una torre de alta tensión que tiene el siguiente aviso “¡Peligro! No construir bajo las líneas de 115 KV, respeta los derechos de vía por el bienestar de tu familia”.
Esperando afuera del preescolar a su hijo, una ama de casa revela que su suegro le ha comentado que las torres siempre han estado y fue el crecimiento poblacional, el que vino a invadirlas sin que ninguna autoridad lo impidiera.
Tal es el caso que esta colonia fue regularizada en el año 2012, por lo que existen todos los servicios públicos, aunque la queja constante es la falta de suministro de agua.
Los entrevistados agradecen que hasta el momento ningún accidente grave ha ocurrido salvo el registrado aproximadamente hace cinco años en una de las calles de la colonia Bosques de Santa Anita, tras“tronar” un transformador sin causar daños luego que fuera reparado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
EL ZUMBIDO DE LA ELECTRICIDAD
Caminar por donde están las estructuras de la CFE permite escuchar el zumbido de la energía que pasa por los cables en estas seis colonias de la capital poblana.
Conforme a versiones de los habitantes, principalmente en la mañana tiende a ser más fuerte el ruido, aunque ya están acostumbrados sin que a veces le tomen importancia, explica Eva Báez Pérez, quien vive en la zona alta de la colonia Cerro del Marquéz.
Desde hace 17 años que llegó, las torres de alta tensión siempre han estado ahí y aunque siente miedo que algún día pueda ocurrir un incidente, no tienen recursos para irse a otra parte, “además ya estamos regularizados por parte de las autoridades”.
“La necesidad nos obliga a estar aquí, sabemos que no podemos estar cerca de este tipo de instalaciones, pero no nos queda de otra, solamente tuvimos dinero para comprar aquí”, expresa con resignación Ignacio Vélez, otro de los vecinos. En Galaxia Bosques de Manzanilla, colonia irregular desde hace más de 10 años, se puede observar el crecimiento poblacional desordenado.
Una prueba está en la llamada privada 19 de diciembre. Existen casas improvisadas con techos de lámina y para llegar a las que están al fondo de calle de terracería, obligadamente se debe caminar o pasar en vehículo en medio de una torre de CFE.
Los vecinos dicen que el zumbido producido por el paso de la energía eléctrica les asustó al principio, pero ahora ya están acostumbrados, sensación que comparten quienes viven en la colonia 8 de Diciembre donde existe una “telaraña” de cables que se cuelgan de diferentes postes para suministro de energía.
Las cosas no cambian en la colonia Noche Buena, donde incluso un joven excava la tierra con una pala casi abajo de una torre de alta tensión.
Mientras tanto, en la colonia Unidad San Ángel, la palabra miedo casi no está presente pues han asimilado a vivir así, como el caso de unos baños públicos que están a un costado de una torre.
ADVIERTE PC DEL PELIGRO
El director de la Unidad de Protección Civil del Ayuntamiento de Puebla, Gustavo Ariza Salvatori, advirtió del peligro que puede ocasionar por cuestiones climatológicas.
Si bien consideró que las líneas de conducción de energía, cumplen con las medidas de seguridad, existe la posibilidad de ocurrir un accidente.
Dependiendo del voltaje se puede hacer un arco voltaico y dirigir la energía a la tierra y entonces puede alcanzar a las personas que estén cerca.
Desde su punto de vista, el peligro sucede en condiciones de humedad y tiende a incrementarse en épocas de lluvias. Dio a conocer que ha hecho la notificación a los dueños de las viviendas, pero son omisos.
Por su parte, Enrique Sánchez Lara, director de Administración de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la UPAEP, alertó del riesgo durante la construcción de inmuebles.
En una unidad habitacional hablamos de un riesgo físico que por alguna circunstancia se pueda romper un cable cuando las casas son de tres o cuatro pisos, se puede tocar el sistema eléctrico y eso es peligroso
Si bien dijo que las instalaciones de la paraestatal cumplen con las medidas de seguridad, la presencia de inmuebles siempre representará un peligro.
En tanto, Alejandro Pérez, edil de la junta auxiliar de La Resurrección, lugar que agrupa a cinco colonias con hogares cercanos a torres de alta tensión, declaró que las familias saben del riesgo que representa, pero no es posible desalojarlas porque existen casas que tienen más de 20 años construidas, “solamente nos queda cuidarnos y que no pase nada”.