Como letra muerta sigue la restricción oficial para lapresencia del comercio ambulante en un perímetro de 100 metros ala redonda de hospitales, toda vez que puestos de fritangas yantojitos están a escasos pasos de las entradas de estos lugaressin que el ayuntamiento capitalino los retire.
Casetas de fierro, mesas de madera o una caja de plástico y unasilla, resultan suficientes para exponer la variedad de platilloscomo tamales, tacos de canasta, cacahuates, enchiladas, jugosnaturales y tacos de carnitas, para satisfacer cualquier tipo depaladar.
Conforme al recorrido realizado por El Sol de Puebla, losinformales están a escasos metros de los centros hospitalarios delIMSS, ISSSTE o el Hospital General del Sur, sin que nadie se losimpida pese a obstaculizar el paso peatonal.
Desde el inicio de la presente administración municipal 2014–ahora bajo el mando de Luis Banck Serrato– los vendedoresinvaden banquetas y áreas comunes para instalar sus puestos, sinque ninguno de los cinco titulares de la Secretaría deGobernación municipal haya logrado tener éxito en retirarlos.
La Ley Estatal de Salud en su Artículo 191 Quater, capítulo IIBis, señala lo siguiente: “Se prohíbe el comercio ambulante, ocomercio en puesto semifijo en un perímetro de cien metros a laredonda de los centros de salud, clínicas y hospitales de losintegrantes del Sistema Estatal de Salud”. Sin embargo, larealidad es diferente a lo descrito por la normatividad.
Un ejemplo ocurre en las inmediaciones del Hospital General deZona 20 del IMSS, ubicado en Bulevar Fidel Velázquez. El comercioinformal principalmente concentra su oferta en la comida.
Más de 10 puestos ubicados enfrente del nosocomio que ocupan unárea común, ligados a la Federación Doroteo Arango, liderada porAntonio Díaz Ordaz, están pintados de color blanco utilizando ellogotipo oficial del ayuntamiento a manera de mostrar laautorización de la Comuna, lo que sería contrario a la leylocal.
Los platillos son diversos: jugos naturales, tacos de carneasada y garnachas, tacos de canasta y molotes. Si camina unos pasossobre la banqueta en Avenida Fidel Velázquez, también puedeencontrar gelatinas, artículos de bisutería y ropa.
También destaca que junto a la parada de autobuses, fueacondicionado un pequeño puesto de fruta en caso que el interesadoprefiera prepararse sus propios cocteles.
SE INSTALAN HASTA EN ZONA VEHICULAR
La “película” tiende a repetirse en el Hospital General delSur. Las casetas afectan la visibilidad de los locales de la zona,pues todas las estructuras cuentan con lonas y sombrillas paraofertar sus productos de quienes están afiliados a laOrganización de Comerciantes Independientes 15 de Mayo.
El problema se agudiza porque ocupan un carril de la vialidad y,combinado con la “base” de algunos taxistas, ocasiona que dejenúnicamente dos carriles, uno por sentido, al paso de losautomóviles donde también circulan camiones del transportepúblico.
Incluso algunas sillas y conos de señalamiento vial, sonutilizados para el apartado de lugares.
Un poco más controlados, pero afectando el paso peatonal,están los ambulantes ubicados afuera del Hospital Regional delISSSTE sobre la 14 Sur, en la colonia Jardines de San Manuel.
Si usted quiere comer tamales, atole, refrescos, memelas,gelatinas, tacos dorados y tortas, no necesita buscar unrestaurante o algo similar. A escasos pasos del nosocomio puedeencontrar esa variedad de alimentos.
El caminar de las personas se vuelve lento al tener que sortearel paso de los obstáculos que además usan parte de la jardinerade una esquina para colocar su puesto.
La historia es similar en la clínica 2 del IMSS, ubicada en lacalle 9 Oriente y Bulevar 5 de Mayo, así como en el Hospital SanJosé del IMSS. En ambos proliferan a escasos metros puestosambulantes, aunque en el segundo sitio básicamente permanecen enla mañana, pues pasado el mediodía deciden retirarse.
La Secretaría de Gobernación ha realizado operativos pararetirarlos, pero han resultado poco exitosos porque a las semanasposteriores nuevamente regresan.