Amelie, una pequeña de dos años de edad, se convirtió en laprimera poblana con el apellido materno en primer lugar y elpaterno en segundo, tras la sentencia del Juzgado Quinto deDistrito en materia civil.
La pequeña que fue registrada en sus primeros días de vidacomo Amelie Reinah Serrano, los apellidos de Jessica, su mamá, encalidad de madre soltera, fue posteriormente reconocida por supadre, Rafael Corro García, y registrada como comúnmente se hace,con el apellido de él en primer lugar y el de ellaposteriormente.
Sin embargo, la inconformidad de la madre, la llevó ainterponer un juicio de amparo, el 1977/2015, para mantener suidentidad inicial, empoderar a las mujeres y evitar según ella, ladiscriminación de género por inscribir por costumbre, primero elapellido paterno y luego el apellido materno.
“Como siempre por cuestión de costumbre, el primer apellidoes paterno y el segundo, materno (…) pero no dice que primero elpapá y luego la mamá”, agregó.
Y es que consideró que las mujeres tienen el derecho desolicitar que sus hijos lleven su apellido en primer lugar, todavez que en la ley no se dicta expresamente el orden de inscripciónde los apellidos.
“Estoy feliz de que tengamos esa dicha de abrir brecha paramuchas mujeres que podrían estar en mi situación y que podamostener un reconocimiento y que no sólo los hombres lo tengan”,completó.
Derivado del recurso que promovió, el Juzgado Quinto deDistrito de lo Civil emitió la sentencia para que el JuzgadoQuinto del Registro Civil, repusiera el registro de la pequeña,con la condición de que ambos padres se presentaran a realizar eltrámite.
Edith Dumit Suárez, titular del Juzgado Quinto del RegistroCivil, explicó que el segundo registro de Amelie, con el apellidopaterno en primer lugar, se concedió el año pasado, toda vez queel padre, Rafael Corro, cumplió con las disposiciones establecidasen el Código de Procedimientos Civiles para tal trámite, pese ala ausencia de su hija.
Y agregó que el Registro Civil no puede eliminar el apellidopaterno por mera petición de la madre, toda vez que además delderecho a la identidad, los menores tienen también el derecho atener un padre y una madre, “la paternidad no se pude renunciar,es intransferible, irrenunciable, imprescriptible, se es padre todala vida”, precisó.
Sin embargo agregó, tras la sentencia de amparo, atendió a laresolución, haciendo su nuevo registro ahora con la peticióntambién de la madre de inscribir su apellido en primer lugar.