La secretaria de Desarrollo Rural (SDR) estatal, Ana Laura Altamirano Pérez, minimizó el hecho de que la presa de Valsequillo esté en su nivel más bajo previo al inicio de un año agrícola de los últimos 50 años, y descartó que los productores del Valle de Tecamachalco vayan a ser afectados por la sequía durante 2023, al menos no en el corto plazo.
Pese a que especialistas como el doctor en Ingeniería Química e investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Francisco Javier Sánchez Ruiz, advirtieron que 2023 será el más crítico para el campo en el Valle de Tecamachalco, esto ante la disminución hídrica del embalse; o que campesinos como Ramiro señalaron que la sequía del año pasado fue trágica para sus cultivos, Altamirano Pérez defendió que no hay elementos para prever afectaciones en la producción agrícola de la región en 2023.
El Sol de Puebla cuestionó este lunes a la titular de la SDR, en primer lugar, sobre si la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya confirmó cuántos regadíos serán liberados de la presa este año; y también acerca de las previsiones que tiene la dependencia estatal ante la evidente reducción de agua en el embalse, la cual, según datos oficiales, hasta marzo rondaba en 70.1 por ciento, siendo esta cifra 29.6 por ciento más baja que el año pasado.
En respuesta, señaló que no hay elementos climáticos o físicos que demuestren alguna variación en la suficiencia hídrica para la región de Tecamachalco para 2023 hasta el momento, incluso dijo que el agua de la presa apenas llega a ocho mil hectáreas de hortalizas, del millón de ellas que están disponibles en todo el estado.
“Quiero comentarles, es una superficie pequeña, son ocho mil hectáreas las que se riegan con esa presa, en Puebla tenemos un millón de hectáreas, de las cuales 160 mil son de riego, entonces, prácticamente es una pequeña parte (…) Los productores siguen con sus procesos productivos, o sea, en este momento, no tenemos algo que nos diga que van a dejar de sembrar hortalizas”, declaró.
Inclusive refirió que las condiciones climáticas en la región no son siquiera tan adversas como en la Mixteca poblana, delimitación que recibió en 2022 el impacto directo del fenómeno meteorológico de La Niña, el cual provocó alteraciones térmicas en varias zonas del país. También mencionó que en algunas partes del estado, como en la Sierra Norte, ya se han presentado algunas lluvias en días recientes.
“No tenemos una disminución que nos diga que, de ese casi millón de hectáreas que sembramos, tengamos una disminución por el tema de sequía, vaya, ni siquiera en el tema de la Mixteca, donde ahí fuertemente se da (la sequedad). La otra, comentar que en Puebla tenemos sequía cíclica en la Mixteca, como en los valles altos, exista o no un tema como el que vivimos el año pasado del fenómeno de La Niña”, subrayó.
Cabe mencionar que el dato al que hizo referencia Altamirano Pérez, el de las ocho mil hectáreas que supuestamente son regadas con el agua de la presa, es incompatible con la información oficial de la Conagua, pues dicha dependencia informó el año pasado que hay 20 mil 400 hectáreas de siembra y 13 mil usuarios agrícolas en el distrito de riego 030.
A propósito, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en 2020 se produjeron 506 mil 012 toneladas de alimentos en ese distrito, principalmente maíz, frijol, alfalfa, sorgo y chile.
Prevalece incertidumbre en campesinos
En marzo pasado, esta casa editorial compartió los sentires y preocupaciones de algunos pobladores del municipio de Santa Isabel Tlanepantla –una de las demarcaciones que componen el Valle de Tecamachalco–, quienes han dedicado su vida entera al campo.
Varios productores fueron escépticos al creer que las condiciones del año en curso serán mejores a las de 2022, o incluso a las de años pasados, esto debido a que reconocieron que la presa de Valsequillo tiene menos agua que un año atrás. Su experiencia –y el sentido común– fue suficiente para aceptar que la tierra se secará con mayor facilidad en 2023 y que el agua no alcanzará para regar la misma cantidad de hortalizas que en otros periodos.
María Elena Arrieta, productora de maíz, sorgo y alfalfa, reveló que la Conagua ni siquiera ha sido clara con los campesinos sobre cuántas veces abrirán las compuertas del embalse para regar los cultivos. Esta situación elevó su incertidumbre al desconocer si las condiciones serán o no favorables para sus productos. Indicó que ahora no puede darse el lujo de sembrar en abundancia sin conocer el contexto futuro, pues las altas temperaturas del año pasado hicieron que 60 por ciento de sus hortalizas se quemaran.
Asimismo, el doctor Sánchez Ruiz expuso con preocupación que los bajos niveles de la presa de Valsequillo evidencian que la producción agrícola de 2023 se verá afectada por la reducción del agua en el embalse, provocando el encarecimiento de algunos alimentos, y enfatizó en que dicha situación podría agudizarse en próximos años.
Conagua calla ante inquietud de la población
Ante la sustentada incertidumbre de algunos campesinos del Valle de Tecamachalco, El Sol de Puebla solicitó reiteradamente a la delegación estatal de la Conagua, así como a la dirección de Comunicación Social de la dependencia a nivel nacional, conocer cuántos regadíos fueron aprobados para 2023, y a partir de cuándo se distribuirá el líquido. No obstante, funcionarios de este organismo se han rehusado, sin argumentación alguna, a compartir dicha información.
El único dato oficial disponible es el que brindaron autoridades del municipio de Tecamachalco, quienes, al observar la preocupación de los productores, exigieron a la Conagua conocer el número de regadíos que habrá en 2023. De esta manera, la dependencia federal informó al ayuntamiento que sólo se abrirán las compuertas en dos ocasiones. Esto representó la disminución de un regadío, en comparación con 2022.
Para finalizar, Altamirano Pérez defendió que la SDR lleva a cabo campañas permanentes de socialización con los productores sobre técnicas para el aprovechamiento de los recursos naturales disponibles, tal es el caso del mecanismo de riego por goteo. Esto debido a que se prevé que las diversas cadenas productivas del estado, incluidas las de alto valor comercial, tengan un buen desempeño en 2023.
También refirió que el gobierno destinó en 2023 un total de mil 460 millones de pesos para implementar múltiples programas de apoyo al campo, siendo esta cifra mayor a la del año pasado. Mencionó, además, que la bolsa para la atención de desastres es de 30 millones de pesos, pero recordó que la cifra puede aumentar en caso de ser necesario.