Cuatro días antes de que Claudia Morales Vargas desapareciera, se reunió con su hermana Nayeli en El Alto. En este lugar platicaron y mostraron su cariño, sin saber que al poco tiempo nadie sabría de su paradero. Hoy, siete años después de la desaparición, en este mismo espacio se pintó un mural en su honor, un tributo para su vida, pero también un recordatorio: que las autoridades la encuentren.
Todo comenzó el 13 de agosto del 2016, Claudia Morales se dedicaba a vender cuadros y cuchareros de madera. Ese día acudió a hacer una entrega a la calle 11 Norte y cuando concretó la transacción, la interceptaron unos sujetos que iban en una camioneta, además, la golpearon y la subieron al vehículo en contra de su voluntad. Todo esto lo supieron los familiares por otros comerciantes.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
Antes de que supieran esta información, todos sus allegados la llamaron por teléfono, pero las enviaba al buzón. Preguntaron con sus conocidos y todos refirieron que no la habían visto. Fue hasta la noche que les llegó la información del “levantón” y por ello se dirigieron a la Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada, pero no quisieron aceptar la denuncia argumentando que ni siquiera habían pasado 24 horas.
Regresaron al otro día sin información de su hermana, pero nuevamente les negaron el servicio y les advirtieron que no se lo harían válido hasta que pasaran las 72 horas. Cuando por fin se cumplió el tiempo que les dieron como condición, los revictimizaron, les dieron largas y hasta los cuatro días les tomaron sus datos y se emitió el boletín de búsqueda.
Desde ese momento y hasta la fecha, la investigación está llena de irregularidades y de falta de interés por parte de las autoridades. No hay nuevas pistas y sus seres queridos son los que se han encargado de indagar lo sucedido, pero, aunque les dan los nuevos elementos a las autoridades, siguen sin investigar lo que ocurrió.
“Cambió todo, cambió la autoestima de toda la familia porque ella era la alegría, la relajienta, la que unía a la familia en las fiestas, ella organizaba todo eso (…) yo sólo quiero que hagan su trabajo, con las señales y las investigaciones que uno está haciendo, que no hagan caso omiso como estos años lo han hecho. Sólo les pido que se pongan en nuestro lugar y que piense que harían ellos si fuera su familiar”, expresó Nayeli Morales, su hermana.
Este 5 de junio, la familia de Claudia Morales e integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos pintaron un mural en su honor. En las imágenes reflejaron lo que más amaba, como sus nietos y su amor por lavar ropa, aunque a la mayoría de las personas no les gusta hacer esta actividad, a Claudia le encantaba.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
También hay parques, le gustaba la vegetación y se decidió que fuera en El Alto debido a que unos días antes de que desapareciera, Nayeli y Claudia se vieron en este lugar, platicaron, recordaron lo mucho que amaban ser hermanas y fue el último espacio en donde pudieron decirse que se querían.