Tras reconocer el triunfo de Martha Erika Alonso como gobernadora de Puebla, el aún mandatario, José Antonio Gali Fayad, informó que dejará a su administración 50 proyectos en carpeta para su ejecución en los próximos años, así como en proceso de licitación la construcción de 22 carreteras en diversos puntos de la entidad.
En entrevista, después de tomar protesta como miembro del Consejo Consultivo Poblano para la Descentralización de la SEP, Gali informó que en los próximos días se reunirá con la abanderada panista para continuar con el proceso de entrega-recepción y ahora sí dialogar con los miembros del próximo gabinete.
De igual modo, Gali Fayad informó que en materia de seguridad están acatando las disposiciones del Gobierno de la República de Andrés Manuel López Obrador, que tiene 500 elementos de la Gendarmería vigilando en 5 regiones de la entidad ubicadas como puntos prioritarios, entre ellos donde hay robo de combustible.
El mandatario señaló que pasaron de tener mil 500 a casi 3 mil en el número de elementos de vigilancia del Gobierno Federal, de quienes confió en que atienden de manera inmediatas las denuncias ciudadanías sobre cualquier tipo de ilícitos.
Al respecto, recordó que la Fiscalía General del Estado investiga el asesinato a mano armada de quien fuera el director de Seguridad Pública, Benigno Analco.
MOMENTO DE UNIDAD
Tras el conflicto poselectoral, el gobernador poblano hizo un llamado a todos los partidos políticos a fomentar la unidad, así como a que acepten a Martha Erika Alonso como gobernadora electa ya que “su triunfo es inapelable”.
“El mensaje que mando es a todos los partidos políticos, a los interesados en este proceso, que es un momento de unidad. Es un momento donde se ha tomado una decisión que es inapelable y donde tendremos todos que hacer el mayor esfuerzo para que a Puebla le siga yendo y le vaya bien”, declaró.
Asimismo, pidió a los integrantes del Congreso del Estado y tanto a diputados federales como senadores que tengan “la madurez política”, así como que sean respetuosos de las instituciones e incluso abrir una mesa de diálogo para platicar sus diferencias para a partir de ahí establecer una estrategia a fin de mejorar las condiciones de la entidad.
“Espero que quepa la cordura en estos actores políticos porque es una decisión tomada, irreversible, y porque los poblanos quieren paz y esa paz no se da con manifestaciones de odio, rechazo o cerrando calles. Se tiene que dar en una mesa”, finalizó.