A sus 91 años, Aquiles Erasmo Escamilla López se convirtió en el docente con más tiempo de servicio educativo en Puebla, cumpliendo un total de 75 años al frente de las aulas, una labor que le ha dejado grandes satisfacciones, expresó.
El maestro pertenece a la sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde fue homenajeado el pasado 15 de mayo, Día del Maestro, por ser el ejemplo a seguir de muchos de sus compañeros docentes, de quienes se ha ganado su cariño y admiración, compartió en entrevista con El Sol de Puebla.
“El recuerdo más bonito de mi carrera es de haberme encontrado con maestros que fueron mis alumnos, eso es muy satisfactorio para mí, los felicito y también me permito hacerles recomendaciones pertinentes para su trabajo”, expresó.
Aquiles inició su carrera como docente a los 16 años, en un municipio cercano a Tehuacán, San José Miahuatlán, en donde, ante la falta de maestros en Puebla, un supervisor de zona acudió a esta comunidad para reclutar a jóvenes interesados en capacitarse para dar clases a alumnos de primaria.
“Manuel Mauleón Vélez, que en paz descanse, visitó a mi pueblo y le preguntó a mi hermana que si no había alguien que pudiera ser maestro para promoverlo, después lo busqué en Puebla en unas oficinas que estaban delante de la Catedral y me dio la oportunidad, en ese momento pasé y me dijo ‘que le vaya bien y que sea un buen profesor’ y así lo he hecho”, presumió
Tras ser aceptado trabajó ocho años como docente de nivel primaria en su comunidad, más tarde fue enviado al municipio de San Gabriel Chilac donde continuó con su profesión 14 años más, posteriormente a la primaria Manuel Ávila Camacho en Tehuacán durante cuatro años, hasta que finalmente llegó a la ciudad de Puebla, en donde ha trabajado desde entonces.
Durante estos años se especializó en el área de matemáticas, de la que es docente, y al mismo tiempo logró darles clases a estudiantes de nivel secundaria y bachillerato de la misma materia y educación general.
La jubilación no es una opción para él, incluso aunque hace unas semanas sufrió un accidente que lo dejó convaleciente por varios días, esta idea no pasó por su mente. El amor a su profesión provocó que, ser docente, sea un trabajo de por vida para él.
Por lo anterior, Aquiles invitó a todos los nuevos docentes a amar su profesión, pues aseguró que el tener la confianza de sus alumnos, padres de familia y colegas, le dieron el sostén para no soltar su trabajo, pese a las dificultades. “Ser maestro es algo grandioso, porque forjas la mentalidad de alumnas y alumnos, estoy muy contento”, finalizó.