La decisión del gobierno federal para ponerle un arancel o impuesto del 50 por ciento a la exportación del maíz blanco y uno del cero por ciento a la importación ayudará a contener el precio de la tortilla, pero afectará directamente al productor del grano en el país, incluidos los del estado de Puebla, ya que detonará una competencia desleal, pues la demanda de su cosecha podría disminuir ante la llegada de un maíz más barato proveniente de otros países.
A decir de las personas del campo en la entidad poblana, esta medida podría ocasionar en ellos una reducción en su cosecha de hasta el 66 por ciento, es decir, pasarían de sembrar tres toneladas de maíz por hectárea a solo una tonelada, ya que los industriales de la tortilla van a preferir el producto extranjero, que es más económico, aunque no necesariamente el de mejor calidad.
Tras esta situación, los representantes de la Cámara de la Masa y la Tortilla hacen un llamado a la autoridad federal para implementar otro tipo de iniciativas que también ayuden a contener el precio de la tortilla, pero sin afectar a ningún sector productivo.
Como ejemplo, dijeron que el gobierno cuenta con el capital suficiente para comprar todo el maíz de México y venderlo a los industriales a un precio fijo, por lo que el costo de la tortilla se mantendría estable, trayendo beneficios para la población en general, los campesinos y los empresarios.
La iniciativa federal nace luego de que la tortilla alcanzara el precio más alto en más de una década
Fue el pasado 12 de enero de 2023 cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto firmado por el presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, en el que se estipuló que la exportación del maíz blanco tendría un impuesto del 50 por ciento, mientras que su importación no tendría ninguna cuota.
Esto con el fin de mantener la producción nacional del grano en el país y, a su vez, facilitar el ingreso del producto extranjero para garantizar un abasto suficiente, lo que permitirá estabilizar el precio de la tortilla, el cual alcanzó a principios de 2023 el costo más alto en más de una década.
“La oferta y producción de maíz blanco en nuestro país son factores importantes en la determinación de su precio y, por lo tanto, también de los diversos productos de consumo elaborados a base del mismo, principalmente la tortilla (…) Para garantizar un abasto suficiente es necesario mantener la producción nacional en nuestro país y asegurar condiciones de mercado que permitan estabilizar su precio“, menciona la publicación en el Diario Oficial, la cual estará vigente hasta el 30 de junio del presente año.
Es importante comentar que tan solo en la entidad poblana, la tortilla alcanzó en el mes de enero un precio promedio 15.50 pesos el kilo, que es la cifra más alta de los últimos 16 años, es decir, desde el 2007.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía, en todo este tiempo el producto se ha encarecido en un 96.7 por ciento, pues en el 2007 tenía un costo de 7.88 pesos el kilo. Se ha duplicado.
Lo anterior es resultado del encarecimiento que han tenido los insumos básicos para elaborar la tortilla, como el maíz, el gas, así como las refacciones de la maquinaria.
Productores en contra de la iniciativa
Tras hacerse oficial la iniciativa mencionada, los productores del maíz en el estado de Puebla dieron a conocer a esta casa editorial que están en contra de esa decisión, ya que permitirá que ingrese de manera fácil un producto extranjero que atentará con la demanda nacional, afectando directamente sus ingresos.
Javier Castro Popoca, productor de maíz en el municipio de Nealtican, estima que si el producto proveniente de otros países acapara el mercado de la tortilla, ellos se verían en la necesidad de reducir su cosecha hasta en un 66 por ciento, es decir, pasarían de sembrar tres toneladas de maíz por hectárea a solo una tonelada, con el fin de dedicarse a la siembra de otros alimentos, como arroz, frijol y verduras.
“Si el gobierno busca meter más maíz importado, sin duda nos afectará a nosotros como campesinos, pues por lo regular ese llega un poco más barato y acaparará el mercado de la tortilla (…) Si esto pasa, ya no será un negocio para nosotros, por lo que vamos a tener que reducir nuestra cosecha o dedicarnos a la siembra de otro tipo de alimentos”, expresó.
Por su parte, Javier Castro Castro, productor de maíz en la misma zona, dijo estar en contra de la iniciativa federal debido a que hará que el maíz de cada estado solo se consuma de manera local, es decir, en pequeñas localidades o para consumo propio, limitando su oportunidad de exportación.
El poblador lamentó esa situación, ya que considera que las autoridades buscan solucionar el incremento de la tortilla con medidas mal fundamentadas que ocasionan otros problemas.
“Definitivamente no veo viable esta medida porque en lugar de generar ingresos para nuestro país se van a estar generando para otros (…) Imaginemos que este maíz extranjero viene barato y de buena calidad, pues está claro que todos los industriales se irán a ese y eso nos afectará”, concluyó.
Industriales de la tortilla a favor del decreto
De manera contraria a lo comentado por los campesinos, los industriales de la tortilla dijeron estar a favor del decreto federal, ya que lo ven como una medida viable que ayudará a contener o disminuir el precio de la tortilla.
Ismael Ávila Briteño, presidente de la Cámara Regional de la Industria de la Masa y la Tortilla en los estados de Puebla, Tlaxcala, y Veracruz, informó en entrevista que, con la llegada del maíz extranjero, los empresarios tendrán más opciones para la compra del producto.
Esto les permitirá no depender únicamente de la producción nacional, por lo que podrán elegir el grano más barato del mercado y de mejor calidad, dando como resultado precios más accesibles en la tortilla.
“Como representante del sector veo viable esta medida porque ya no solo vamos a depender del maíz mexicano y del costo al que se cotiza, ya que vamos a tener más opciones para comprar el producto, y eso hará que no subamos el precio de la tortilla”, subrayó.
Pese a este comentario, el empresario dijo estar consciente de que la iniciativa federal también traerá cosas negativas, entre la que destaca las afectaciones económicas para los productores locales.
“Esto traerá pros y contras, por lo que invito a los campesinos del país y específicamente de los estados de Tlaxcala, Puebla y Veracruz a que hagan su mejor esfuerzo para producir un maíz de mejor calidad para que sus ventas no disminuyan“, añadió.
Por su parte, Meriyen Castro Xaltepec, dueña de la tortillería Popoca, ubicada en el municipio de Nealtican, dijo que con esta medida federal se prevé que no incremente el precio de la tortilla durante el primer semestre del año.
“En la pandemia el maíz subió demasiado de precio lo que nos hizo incrementar el costo de la tortilla, sin embargo, si ahora vamos a tener más opciones de compra, puedo adelantar que no prevemos un nuevo ajuste en los primer seis meses del 2023”, precisó.
Piden otras medidas que no afecten a ningún sector productivo
Tras el contraste de opiniones que ha ocasionado el decreto federal, Elvira Blanco Sánchez, presidenta de la Cámara de la Industria de la Masa y la Tortilla en Puebla, hizo un llamado para que las autoridades implementen otras medidas que también ayuden a contener el precio de la tortilla, pero sin afectar a ningún sector productivo, como es el caso de los campesinos.
Dijo que una excelente opción sería implementar unas buenas políticas públicas que aseguren un precio estable del alimento básico, y que también garantice el abasto del maíz.
Como ejemplo dijo que el gobierno cuenta con el capital suficiente para comprar a los productores todo el maíz de México y venderlo a los industriales a un precio fijo, por lo que el costo de la tortilla se mantendría estable, trayendo beneficios económicos para la población en general, los campesinos y para los empresarios.
“Si hacen esto, estaríamos evitando que el precio del maíz se esté moviendo a cada rato, ya que será el gobierno quien lo venda a un costo fijo (…) No queremos subsidios ni que nos regalen nada, solo pedimos que el gobierno acapare toda la producción nacional y que nos la venda a un costo justo, así estaría beneficiando al campesino, al industrial, y obviamente a la sociedad”, relató.
Sobre el tema, Eustacio Mozo Miranda, representante del Sindicato Único de Trabajadores de la Masa y la Tortilla y sus Derivados de Puebla, mencionó que en la entidad no existen buenas políticas de apoyo, por lo que también será necesario que las autoridades locales generen iniciativas que ayuden tanto al industrial como al campesino.
Sobre los apoyos para los dueños de tortillerías, expuso que lo ideal será que el gobierno estatal otorgue incentivos enfocados a paquetes tecnológicos, es decir, para que compren nuevos equipos, ya que muchos negocios operan con máquinas que tienen más de 20 años de antigüedad y ya son obsoletas.
En lo que respecta a las ayudas para los campesinos, el líder sindical explicó que es una buena medida que se les den subsidios para la compra de maquinaria y materia prima.
Asimismo, es indispensable que les otorguen cursos y capacitaciones para que aprendan a mejorar la producción del maíz, así como para que sepan a hacer la tierra más productiva.
Finalmente, pidió que se realicen inversiones fuertes para traer a la entidad, empresas que se dediquen a la elaboración de fertilizantes e insecticidas para el campo, ya que con eso se evitará el incremento de precios en esos insumos que son indispensables para la siembra.